
En aguas cercanas ha aumentado la tasa de captura de atún de aleta amarilla en un 54%
Un estudio publicado en la revista Science muestra por primera vez que las zonas prohibidas a la pesca cuidadosamente ubicadas pueden ayudar a restaurar los atunes y otras especies de grandes e icónicos peces.
Es bien sabido que las zonas prohibidas a la pesca pueden beneficiar a la vida marina sedentaria, como los corales o la langosta; pero hasta ahora se suponía que ningún área marina protegida (AMP) podría ser lo suficientemente grande para proteger especies que viajan largas distancias, como los atunes.