Las poblaciones de ostras no fueron sobreexplotadas durante los períodos Mesolítico y Neolítico
Las ostras desempeñan un papel crucial en el ecosistema marino, ya que filtran el agua, crean hábitats y sustentan el ciclo de nutrientes. Hoy en día, se las considera en peligro de extinción en muchas partes del mundo.
Un nuevo estudio interdisciplinario del Centro Leibniz de Arqueología (LEIZA) y la Universidad de York muestra que las comunidades prehistóricas del sur de Escandinavia practicaron durante tres milenios métodos sostenibles de recolección de ostras europeas (Ostrea edulis). Los resultados de la investigación proporcionan valiosa información para la protección y restauración de las modernas poblaciones de ostras.
El equipo de investigación, dirigido por el Dr. Niklas Hausmann y el Dr. Harry Robson de la Universidad de York de LEIZA, analizó 2.107 conchas de ostras europeas de 19 sitios arqueológicos de la costa danesa.
Los resultados muestran que las poblaciones de ostras no fueron sobreexplotadas durante los períodos Mesolítico y Neolítico, a pesar del crecimiento poblacional. Las comunidades prehistóricas del sur de Escandinavia practicaban métodos de recolección sostenibles que permitieron la estabilidad ecológica a largo plazo.
El extenso conjunto de datos proporciona una descripción general completa de las poblaciones de ostras europeas entre 5660 y 2600 a. C. "Las conchas de ostras examinadas nos permiten rastrear con detalle las tasas de crecimiento y las estructuras de edad de las poblaciones de moluscos", explica el Dr. Hausmann, líder del grupo de investigación en LEIZA y coautor del estudio.
Imagen derecha: El banco de conchas naturales (es decir, el depósito de conchas de Tybrind Vig) y los yacimientos arqueológicos muestreados en este estudio, incluidos aquellos con ostras del Mesolítico medio-tardío (círculo) o del Mesolítico tardío y Neolítico temprano (cuadrado). El recuadro muestra una de las trincheras que atraviesan el epónimo basurero de conchas de Ertebølle (mapa base de Vemaps)
"Si bien en el Mesolítico las ostras solían ser más antiguas y grandes, en el Neolítico solemos ver ejemplares más pequeños y jóvenes. Sin embargo, a pesar de una utilización más intensiva, los arrecifes de ostras nunca colapsaron, lo que demuestra que estas comunidades gestionaban sus recursos de forma sostenible".
El estudio diferencia los efectos de las actividades humanas y los cambios ambientales sobre las poblaciones de ostras. Los investigadores concluyen que ambos factores fueron determinantes. "Nuestra investigación muestra que, si bien los factores ambientales son importantes, no fueron la única causa de los cambios en las poblaciones de ostras", explica el coautor, el Dr. Robson, de la Universidad de York.
"La gestión de los recursos impulsada por el hombre desempeñó un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio económico y ecológico que garantizó la sostenibilidad a largo plazo. Con los datos que hemos recopilado, podemos investigar cómo han interactuado el cambio ambiental y la actividad humana para dar forma a la vida marina".
La combinación de datos arqueológicos y paleoecológicos permite una comprensión integral de los ecosistemas marinos históricos. "Este enfoque interdisciplinario es crucial para superar los modernos desafíos ecológicos", afirma el Dr. Hausmann.
Los resultados del estudio no sólo tienen interés arqueológico, sino que también proporcionan valiosas directrices para la conservación natural moderna. En vista de la disminución global de las poblaciones de ostras, la investigación sobre los métodos de recolección prehistóricos proporciona un importante impulso para las actuales medidas de protección y restauración.
"Nuestros resultados muestran que la resiliencia ecológica a largo plazo se puede lograr mediante una gestión cuidadosa de los recursos", concluye Hausmann.
Los hallazgos han sido publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences: The effects of Mid-Holocene foragers on the European oyster in Denmark