La concentración de carbono en el fondo marino ha disminuido continuamente a lo largo de las últimas décadas
En el Mar del Norte, la pesca de peces planos y camarones se realiza con redes de arrastre que se remolcan por el fondo marino, lo que libera carbono en el agua y dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, como demuestran las últimas investigaciones del Helmholtz-Zentrum Hereon.
El estudio forma parte del proyecto colaborativo APOC. Los socios son el Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina (AWI) del Instituto Alfred Wegener, el Centro Helmholtz de Investigación Oceánica GEOMAR de Kiel y la Federación Alemana para el Medio Ambiente y la Conservación de la Naturaleza (BUND).
El estudio pretende reducir la incertidumbre en la evaluación cuantitativa del impacto de la pesca de arrastre de fondo en el almacenamiento de carbono en el Mar del Norte y en los mares de la plataforma continental. Los científicos analizaron más de 2.300 muestras de sedimentos del Mar del Norte.
Normalmente, el fondo marino actúa como un sumidero de carbono, es decir, almacena más carbono del que libera. Investigadores del Instituto Hereon de Análisis y Modelado de Sistemas Costeros, junto con los socios del APOC, han descubierto que esta función se está viendo perjudicada por el uso de redes de arrastre de fondo en la pesca.
"Hemos descubierto que las muestras de sedimentos recogidas en zonas de pesca intensa contenían cantidades inferiores de carbono orgánico que las muestras recogidas en zonas con menos pesca. Pudimos atribuir este efecto a la pesca de arrastre de fondo con gran fiabilidad", afirma el geofísico y autor principal, Dr. Wenyan Zhang.
"Además, nuestros métodos reducen en gran medida la incertidumbre en las evaluaciones cuantitativas del impacto a escala regional y global en comparación con estimaciones anteriores".
Las simulaciones por ordenador también han demostrado que la concentración de carbono en el fondo marino ha disminuido continuamente a lo largo de las últimas décadas como resultado de la pesca de arrastre intensiva. Los fondos blandos y fangosos son especialmente susceptibles.
Imagen: Comprensión basada en procesos del ciclo y almacenamiento de carbono en sedimentos superficiales. Crédito: Nature Geoscience (2024). DOI: 10.1038/s41561-024-01581-4
Liberadas millones de toneladas de CO2
Los sedimentos del fondo marino retienen el carbono. Los animales que viven en el fondo marino consumen este carbono, pero también lo trasladan a capas más profundas del suelo al excavar y hacer madrigueras, donde puede almacenarse durante milenios. Las redes de arrastre que se utilizan en la pesca tienen el efecto contrario: remueven los sedimentos.
También dañan los hábitats, provocando la muerte de plantas y animales. Esto hace que el carbono del ambiente con poco oxígeno en el sedimento ingrese a la columna de agua, donde el oxígeno es más abundante. Allí, microorganismos como las bacterias lo convierten en CO2. Una parte del CO2 puede liberarse a la atmósfera, donde actúa como gas de efecto invernadero e intensifica el cambio climático.
Según los cálculos de los autores, la pesca de arrastre en el Mar del Norte libera cada año alrededor de un millón de toneladas de CO2 de los sedimentos. A nivel global, la cifra se estima en unos 30 millones de toneladas. Esta estimación es menos del 10% de las anteriores estimaciones globales en las que faltaban los ciclos de retroalimentación críticos entre la pesca de arrastre, la dinámica de partículas y la fauna bentónica. Estos ciclos de retroalimentación dinámica se tienen en cuenta ahora en el modelo numérico desarrollado en Hereon.
Imagen: Pesca en el Mar del Norte (Foto: Sina Loeschke)
Mejor protección de los fondos marinos fangosos
"Nuestros resultados indican que es necesario proteger especialmente los hábitats fangosos en mares marginales como el Mar del Norte", afirma Zhang. Hasta ahora, las medidas de protección marina se han aplicado principalmente en zonas con fondos arenosos y duros y arrecifes.
Aunque estas áreas son ecológicamente diversas, almacenan menos carbono. "Nuestros métodos y resultados podrían utilizarse para optimizar las políticas de planificación espacial marina y evaluar los posibles beneficios en términos de carbono que se obtendrían al limitar o eliminar la pesca de arrastre de fondo en áreas protegidas", afirma Zhang.
Los resultados se publicaron recientemente en la revista Nature Geoscience: Long-term carbon storage in shelf sea sediments reduced by intensive bottom trawling