El 70% de los buques pesqueros que participan en la pesca ilegal están registrados en paraísos fiscales
La degradación ambiental y los paraísos fiscales van de la mano, según un nuevo estudio
Los paraísos fiscales son un poco como una caja negra. Técnicamente, un paraíso fiscal es una jurisdicción con tasas tributarias "efectivas" muy bajas, pero casi siempre existe un grado de secreto asociado con esta jurisdicción. Para el mundo exterior, los paraísos fiscales generalmente son opacos, y tienen todo el interés en mantenerse de esa manera.
La publicación de los "Papeles del Paraíso" y los "Papeles de Panamá" arroja alguna luz muy necesaria sobre cómo las multinacionales, los políticos y los ricos del mundo usan paraísos fiscales para esconder su dinero y transacciones sucias, pero estamos viendo que sigue siendo solo la punta del iceberg.
Ahora un equipo de investigadores del Stockholm Resilience Centre (SRC) en la Universidad de Estocolmo y GEDB (Global Economic Dynamics and the Biosphere, Real Academia Sueca de Ciencias) ha llevado a cabo el primer estudio que relaciona los paraísos fiscales con un impacto ambiental negativo. Los resultados no son bonitos, y pintan una oscura imagen con implicaciones de gran alcance y consecuencias de ramificación.
Descubrieron que el 68% de todo el capital extranjero investigado en sectores relacionados con la deforestación de la selva amazónica se transfirió a través de paraísos fiscales. Además, el 70% de los buques pesqueros conocidos que participan en la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) están, o han sido, registrados en paraísos fiscales. Es más que suficiente para plantear preocupaciones de conservación.
"Nuestro análisis muestra que el uso de paraísos fiscales no es solo un desafío sociopolítico y económico, sino también ambiental. Si bien el uso de jurisdicciones de paraíso fiscal no es ilegal en sí mismo, el secreto financiero obstaculiza la capacidad de analizar cómo afectan los flujos financieros a las actividades económicas en el terreno y sus impactos ambientales", dice Victor Galaz, autor principal del nuevo estudio.
En términos de sumas totales, analizaron $ 26.9 mil millones asociados con la deforestación de la Amazonía, con $ 18.4 mil millones provenientes de paraísos fiscales. Esto señala un problema sistémico que debe abordarse a nivel mundial. Las Islas Caimán eran la jurisdicción más grande para el capital extranjero que opera en la Amazonía.
"La ausencia de una visión más sistémica no es sorprendente considerando la falta crónica de datos como resultado de la opacidad financiera creada por el uso de estas jurisdicciones", agrega la coautora Beatrice Crona, directora ejecutiva de GEDB.
Los científicos plantean preocupaciones adicionales con respecto a la falta de transparencia y métodos de aplicación. Esencialmente, la mayoría de estos paraísos fiscales son estados de conveniencia, y muchos de ellos también son estados costeros, lo que lo convierte en un problema adicional para la pesca ilegal. La combinación de paraísos fiscales y banderas de conveniencia permite a las compañías navegar en embarcaciones pesqueras con identidad dual, una para actividades legales y otra para la pesca ilegal.
El estudio insta a las naciones del mundo y a la ONU a tratar el problema no solo como un problema sociopolítico, sino también ambiental.
El conjunto de datos que utilizaron los investigadores está disponible abiertamente: Tax havens and global environmental degradation