El abrojo cara de mono puede vivir fuera del agua hasta 37 horas seguidas
Un secreto para la supervivencia en medio del aumento de las temperaturas globales podría estar viviendo en las pozas de marea de la costa oeste de los EE. UU. Los hallazgos de biólogos de la Universidad de California, Irvine, que estudian el genoma de un raro pez que reside en esas aguas ofrecen nuevas posibilidades para que los humanos obtengan proteínas en la dieta a medida que el cambio climático pone en peligro las fuentes tradicionales.
El pez, Cebidichthys violaceus, se conoce coloquialmente como abrojo cara de mono. Con un estómago e intestino delgado y grueso, tiene un sistema digestivo similar al de los humanos. El abrojo cara de mono se encuentra entre el cinco por ciento de las 30 mil especies de peces que son vegetarianas, alimentándose solo con las algas especializadas en los pozos de marea donde viven.
Esta característica captó la atención de Donovan German, profesor asociado de ecología y biología evolutiva, el investigador Joseph Heras y sus colegas. Querían descubrir cómo sobrevive el abrojo cara de mono en una fuente de alimento que contiene un bajo nivel de lípidos, que son esenciales para todos los seres vivos. Al secuenciar y ensamblar un genoma de alta calidad del pez, el equipo descubrió el secreto.
"Descubrimos que el sistema digestivo del cara de mono es excelente para descomponer el almidón, lo que anticipamos", dijo German. "Pero también averiguamos que se ha adaptado para ser muy eficiente en la descomposición de los lípidos, a pesar de que los lípidos comprenden solo el cinco por ciento de la composición de las algas. Es un ejemplo convincente de lo que llamamos 'especialización digestiva' en el genoma".
Con el cambio climático haciendo que la cría de ganado sea menos sostenible, el descubrimiento es prometedor para el desarrollo de nuevas fuentes de proteínas para el consumo humano. En particular, podría ser importante para la acuicultura, que es una posible alternativa pero se está lidiando con el tema de qué alimentar a los peces que se crían.
"El uso de ingredientes alimenticios a base de plantas reduce la contaminación y cuesta menos", dijo Heras, el primer autor del artículo. "Sin embargo, la mayoría de los peces de acuicultura son carnívoros y no pueden manejar los lípidos de las plantas. La secuenciación de este genoma nos ha proporcionado una mejor comprensión de qué tipos de genes son necesarios para descomponer el material vegetal. Si escaneamos más genomas de peces, podemos encontrar peces omnívoros con los genes correctos que podrían proporcionar nuevos candidatos para la acuicultura sostenible".
El abrojo cara de mono crece hasta cerca de un metro de largo y tres kilos de peso. Puede vivir en tierra hasta 37 horas seguidas, gracias a la capacidad de respirar tanto por encima como por debajo del agua. En la última década, se ha convertido en un manjar culinario, apareciendo en platos en varios restaurantes de alta gama. Su sabor contrasta con su imponente aspecto.
"El sabor es en realidad delicado y suave", dijo German.
El artículo aparece en Proceedings of the Royal Society B: Genomic and biochemical evidence of dietary adaptation in a marine herbivorous fish