Descubrir su impacto en el ciclo de nutrientes es una tarea urgente
Los barcos de pesca que arrastran redes a lo largo del fondo del mar para capturar pescado pueden dañar indiscriminadamente la vida marina y destruir el hábitat. Ahora, un nuevo estudio sugiere que el "arrastre de fondo" también puede alterar la capacidad de los microbios en los sedimentos para eliminar el exceso de nutrientes en las aguas costeras, lo que podría aumentar esa contaminación.
"Este es uno de los primeros documentos que analiza los efectos biogeoquímicos reales de la pesca de arrastre de fondo", dice Sebastiaan van de Velde, biogeoquímico marino de la Universidad de California, Riverside, que no participó en el estudio. "Todo el enfoque es muy novedoso".
El nitrógeno es un nutriente vital para las plantas acuáticas como las algas marinas y las pequeñas algas marinas conocidas como fitoplancton. Pero demasiado, como ocurre con las aguas residuales mal tratadas o los fertilizantes que se arrastran desde los campos agrícolas, estimulan las llamadas floraciones de algas. El exceso de algas puede ser una molestia, enredar las hélices de los barcos y pudrirse en las playas. Y cuando las algas mueren en el agua, las cosas empeoran: los microbios que las descomponen engullen oxígeno y pueden crear una zona muerta que asfixia a los peces y otras criaturas marinas.
Los microbios en el sedimento del fondo marino pueden ayudar a prevenir este problema al convertir el exceso de nitrógeno en un gas inerte que escapa a la atmósfera. ¿Podría la pesca de arrastre de fondo interferir?
Para averiguarlo, Bradley Eyre, biogeoquímico de la Universidad Southern Cross, y sus colegas realizaron un experimento en Moreton Bay, Australia. El equipo seleccionó tres sitios cerca de un río que desccaga nitrógeno a la bahía. Luego, varias veces en 1 año, midieron el gas nitrógeno que proviene del sedimento.
Imagen: El arrastre causó la resuspensión de los sedimentos de la superficie a aproximadamente 40 mm de profundidad y la homogeneización de la textura de la superficie del sedimento debido a la eliminación de las estructuras de la madriguera y el uso de partículas de sedimento.
Este gas es el producto final de un proceso, llamado desnitrificación, en el cual los microbios en los primeros centímetros de sedimento descomponen la materia orgánica rica en nitrógeno. El proceso requiere un conjunto especial de condiciones porque algunas de las reacciones bioquímicas requieren oxígeno, mientras que otras exigen su ausencia. En el fondo del mar, este mosaico de condiciones es creado por las madrigueras de muchos tipos de animales marinos, como crustáceos, almejas y gusanos.
Luego, Eyre y sus colegas contrataron un barco camaronero. Obtuvieron permiso para que el bote arrastrara su red a través de varios sitios en un área protegida contra la pesca de arrastre. Inmediatamente después, los buzos saltaron al agua para estudiar el sedimento y medir el gas nitrógeno emitido por los microbios.
Como se esperaba, la pesca de arrastre mezcló el sedimento en el fondo del mar. Esto borró las finas estructuras creadas al excavar los animales, obstaculizando los microbios y cortando el gas nitrógeno que emitían hasta en un 50% en comparación con los sitios cercanos sin arrastre, informó el equipo el mes pasado en Limnology and Oceanography Letters . "En realidad es un efecto bastante grande", dice Eyre.
Van de Velde está de acuerdo. "Estás cambiando por completo cómo funcionan estos sedimentos del fondo", dice. "Ese es un importante problema con el arrastre de fondo".
Eyre y sus colegas repitieron el experimento tres veces, una vez cada 3 meses, y vieron el mismo efecto. La buena noticia es que después de cada arrastre, los animales de madriguera regresaron y recrearon las condiciones para la desnitrificación. Una señal preocupante es que cada red de arrastre disminuyó la desnitrificación más que la red de arrastre anterior. Esto sugiere un daño duradero, pero la tendencia no fue estadísticamente significativa.
Los resultados podrían ser conservadores. Debido a que el agua tenía solo 4 metros de profundidad, las fuertes olas perturbaban los sedimentos regularmente, lo que habitualmente disminuiría la desnitrificación. Eyre cree que la pesca de arrastre podría tener un impacto relativamente mayor en la desnitrificación en aguas más profundas donde las madrigueras de animales son más estables. Sin embargo, la cantidad total de desnitrificación es probablemente mayor en aguas poco profundas porque allí hay más materia orgánica.
Es difícil decir qué tan grande es el impacto de la pesca de arrastre en la desnitrificación y la calidad del agua. Eyre y sus colegas hicieron algunos cálculos aproximados. Suponiendo que la pesca de arrastre se produce en la mitad de la Bahía de Moreton, por ejemplo, y tiene el impacto máximo medido en el experimento, podría evitar que escapen del agua y los sedimentos 5.477 toneladas de nitrógeno. Eso es equivalente al 80% del nitrógeno que ingresa cada año a la bahía desde el aire y la tierra.
"Es solo para mostrar lo potencialmente importante que podría ser", dice Eyre.
El nuevo estudio "ciertamente proporciona una pieza importante del rompecabezas", dice Marija Sciberras, una ecóloga marina que pronto se unirá a la Universidad Heriot-Watt, Edimburgo. Dada la gran extensión de la pesca de arrastre, agrega, descubrir su impacto en el ciclo de nutrientes es una tarea urgente.
Artículo científico: Bottom trawling reduces benthic denitrification and has the potential to influence the global nitrogen cycle
