WWF descubre cambios en las pautas migratorias del atún rojo en el Mediterráneo
Colocación de etiquetas de vigilancia radiológica individual para determinar su migración
El barco científico "WWF Columbus", que ha pasado esta semana investigando la población de atunes rojos alrededor de Roses (Girona), ha descubierto una posible variación en las pautas migratorias de esta cotizada especie, considerada en peligro de extinción.
"De todos los atunes que hemos marcado desde 2008, hemos comprobado que ninguno de ellos ha salido del Mediterráneo", contrariamente a lo que se creía hasta ahora, que era que se dirigían a aguas atlánticas después del verano, ha dicho a Efe la investigadora Gemma Quílez, responsable de esta misión del Columbus.
Si se comprueba finalmente que los atunes que han estudiado han cambiado sus hábitos de migración, podría significar que "estamos explotando una subpoblación de atunes rojos", algo que sería aún más perjudicial para la sostenibilidad de esta preciada especie, según Quílez.
El barco científico "WWF Columbus", propiedad de la Fundación WWF ADENA, partió de Roses el pasado 10 de julio para pasar toda una semana investigando con el objetivo de conocer mejor la ecología y la migración de los atunes rojos, una especie que a pesar de la polémica que genera, es una gran desconocida.
La embarcación, de 20 metros de eslora, equipada con laboratorios y todo tipo de material científico para el seguimiento de las poblaciones de atunes rojos, ha colocado esta semana una marca electrónica a cinco ejemplares jóvenes de entre 54 y 82 centímetros.
Con esas marcas, los investigadores pueden analizar numerosos datos referentes a la profundidad, temperatura interior y exterior y posición de los peces, aunque reconocen que su mayor problema es lograr recuperar esas marcas, ya que dependen para ello de la colaboración de los pescadores y distribuidores, en cuyas manos suelen acabar los ejemplares que investigan.
Dependiendo del tamaño del atún rojo capturado, una variable interna o externa será puesta para seguir la trayectoria de los peces por varias semanas, meses o años!
Cuando el atún es capturado, los pasos que conducen al marcado se llevan a cabo en cuestión de segundos. Una marca interna o externa será preferida de acuerdo con el peso del animal. En el caso de la marca interna, el atún es llevado a bordo y se coloca en una mesa de operaciones acondicionada con agua de mar.
El animal se inmoviliza, una máquina húmeda se coloca sobre los ojos con el fin de minimizar el estrés. Se hace una incisión ventral que permite la inserción de la etiqueta. A continuación se desinfecta, se le ponen dos puntos y el animal se devuelve al agua.
La etiqueta se puede recuperar y revelar su información cuando el atún es capturado por un pescador. Con este fin una promesa de recompensa va en cada marca, que se adjunta a la parte del animal antes de la captura y liberación. Se utiliza para indicar a los pescadores potenciales que han capturado los peces que hay que quitar la etiqueta interior y enviarla a WWF Méditerranée.
Si los peces capturados pesan más de 40kg están marcado con una etiqueta externa. En este caso el proceso de calificación es más rápido. El pescado se rastrea cerca de la superficie del agua y el faro transmisor que está conectado a la base de la aleta dorsal con un palo largo. La etiqueta se consigue después de varios meses.
Gracias a estas etiquetas se han descubierto muchos datos interesantes sobre la migración de esta especie.
Estos nuevos datos, si son utilizadas por los gestores pesqueros de forma apropiada, pueden ayudar a la conservación del atún rojo del Mediterráneo en los océanos durante muchos años más.
Enlace y crédito imágenes: WWF Columbus
Crédito imágenes atunes rojos: Frédéric Bassemayousse
Ver también: Atún rojo del Mediterráneo en Vista al Mar | La UICN añade cinco especies de atunes a la lista roja