La pesca no regulada es una amenaza al colapso de la industria del atún, dicen conservacionistas
General Santos City, en la isla filipina de Mindanao, se conoce como "la capital del atún" de la nación, pero la sobrepesca no regulada por los pescadores industriales que utilizan métodos no sostenibles para capturar los peces de aguas profundas está amenazando un colapso de la industria.
Pescadores tradicionales de líneas de mano en pequeñas embarcaciones dicen que ahora tienen que viajar más lejos y permanecer más tiempo en el mar para capturar atún patudo y de aleta amarilla, cuyos números están en declive, según los conservacionistas.
Culpan a un fracaso de los organismos reguladores para gestionar la pesca de atún con redes de cerco, que utilizan dispositivos concentradores de peces (DCP) - boyas o balsas que flotan o están ancladas para atraer a los peces - haciendo que sea más fácil encontrar al atún y capturararlo. Estas flotas, sin embargo, también capturan una gran cantidad de peces jóvenes que se venden junto con los más pequeños de atún listado, en lugar de ser arrojados de vuelta al mar para desovar.
"Si esto sigue así, me temo el colapso de la industria del atún", dijo a Al Jazeera Raúl Gonzales, presidente de Alliance of Tuna Handliners, en un reciente "festival de atún" destinado a crear conciencia acerca de la pesca sostenible.
"El problema principal es la sobrepesca de atún juvenil. Ves ahora las capturas y el peso promedio de un pez es un 30 por ciento menos de lo que solíamos coger", dijo. "Son cada vez más pequeños - lo que significa que no están engendrando".
Según las estadísticas compiladas por la Alliance of Tuna Handliners y Greenpeace, las flotas pesqueras en Filipinas se despliegan en alta mar unos 3.000 DCP anclados y 7.200 DCP a la deriva en el Océano Pacífico occidental, hogar de ricas zonas de pesca del atún.
Dentro de la zona económica exclusiva de 322 kilómetros del país, las estadísticas muestran que hay al menos 3.000 a 5.000 plantados, con los números en constante aumento debido a la falta de regulación gubernamental.
La situación es tan alarmante que la Unión Europea ha advertido a Filipinas que congelaría las importaciones de atún procedentes del país a menos que se dejaron de utilizar métodos de pesca ilegales. La UE representa el 40 por ciento de las exportaciones de atún en conserva de Filipinas.
"El atún es la columna vertebral de nuestra economía", dijo el alcalde de General Santos City, Ronnel Rivera. "Estamos trabajando con la industria para hacer frente a estas preocupaciones".
Hace unos días el Gobierno de Filipinas manifestó su acuerdo para aplicar las disposiciones de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) relativas a la conservación y gestión de las poblaciones de peces transzonales y altamente migratorios, entre las que se encuentran las de atún.
Este acuerdo global sobre las poblaciones de peces, que entrará en vigor 30 días después de comunicada su ratificación, describe las políticas para su conservación y gestión, y establece que dicha gestión debe basarse en el principio preventivo y en la mejor información científica disponible.