Cerco a la pesca ilegal
El número de "Pesca y acuicultura en Europa" del pasado mes de febrero, que recibimos hoy día 07/03/2008 desde Bruselas (por eso debe tardar tanto), es prácticamente un monográfico dedicado a analizar la pesca ilegal en los mares.
Constatan que la pesca ilegal constituye un peligro mundial y una gran amenaza para la sostenibilidad de la pesca, provocando daños importantes en el medio ambiente, contribuyendo al agotamiento de los recursos y representando una competencia desleal frente a los pescadores que observan las normas.
Piden que la lucha contra esta grave plaga debe adquirir una nueva dimensión con el fin de hacer frente a organizaciones internacionales cada vez más extendidas y que utilizan métodos muy complejos. Añaden que las sanciones económicas deben estar a la altura de la rentabilidad de esta actividad, incluso sancionando a los estados que no cumplan con sus obligaciones.
Para ello proponen como estrategia de la Comisión Europea privar a la pesca ilegal de salidas comerciales exigiendo una transparencia mucho mayor en cuanto a la procedencia de todos los productos del mar antes que estos puedan recibir una autorización de importación o desembarque en Europa.
Debe extenderse, continúan, a todas las partes implicadas en el sector: "Desde la red, hasta la mesa".
Pero...¿qué es la pesca ilegal?
La expresión exacta utilizada por las instituciones internacionales es pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), en la que se incluye la pesca realizada sin autorización y todas las actividades pesqueras que infringen las normas adoptadas regional, nacional o internacionalmente.
Puede tratarse, por lo tanto, de barcos que pescan clandestinamente o bien de buques que aparentemente realizan una actividad legal y declarada, pero que sin embargo no declaran la totalidad de sus capturas.
También puede incluir actividades pesqueras efectuadas en aguas no sujetas a medidas de protección de los recursos a causa de la carencia del Estado afectado (Pesca no reglamentada). En las aguas en las que las poblaciones de peces están sometidas a la gestión de una organización regional de pesca (ORP), los barcos sin pabellón o que enarbolen pabellón de un Estado no miembro de la ORP, se consideran buques de pesca INDNR.
Las consecuencias de la pesca ilegal traen graves repercusiones medioambientales ya que no respeta ninguna de las medidas de protección de las poblaciones de los peces (licencias de pesca, zonas vedadas, cierres temporales, totales admisibles de capturas, normas técnicas, limitación del número de días en el mar, etc.), poniendo en peligro la sostenibilidad de la pesca.
Un informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) dice que el 25% de los recursos marinos se encuentra sobreexplotado, ascendiendo ese % hasta un 66% en el caso de las especies de alta mar o de las poblaciones de peces transzonales, que son los mas vulnerables con esta actividad ilegal. Algunas de estas especies, como el atún rojo, podrían incluso estar amenazadas de extinción sino logramos acabar con la pesca ilegal.
El atún, el bacalao, la merluza negra, la gallineta nórdica o el pez espada sufren las consecuencias de una pesca ilegal intensiva debido a su gran valor en el mercado.
La pesca ilegal también es responsable de daños producidos a los ecosistemas marinos, a causa de las importantes capturas accesorias que origina (otros peces no buscados, aves, tortugas, etc.) sin hablar de lo que ocurre en zonas comúnmente prohibidas a la pesca con objeto de proteger, por ejemplo, los arrecifes de coral, de los que trataremos en nuestro artículo de mañana si ningún sutnami nos lo impide, fenómeno del que también tenemos pendiente escribir algo.
Refundido de : Pesca y acuicultura en Europa Fotos: Flirck
Más información sobre pesca y asuntos marítimos en:
//ec.europa.eu/commission_barroso/borg/index_en.htm
//ec.europa.eu/fisheries
//ec.europa.eu/maritimeaffairs
//www.medseafoot.it
//www.gfcm.org