El "Playa de Baquio" sufrió un ataque con lanzagranadas
El pesquero, un atunero congelador de la flota de la naviera Pevasa de Bermeo
La Armada española ha enviado su buque de guerra más moderno, la fragata Méndez Núñez (F104) abandonando hace varias horas el Grupo de Combate de la Marina Real británica, con el que participaba desde febrero en un ejercicio de integración táctica en aguas del mar Rojo, y navega rumbo a la zona del pesquero secuestrado para auxiliar al atunero que, según informó el departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno Vasco, está siendo llevado a tierra por los piratas.
Así mismo los titulares de los Ministerios de Exteriores y de Defensa transmitieron a los enlaces de la OTAN la situación del pesquero español para que los barcos de esta organización que se encuentren en la zona puedan realizar las acciones oportunas.
El buque pesquero vasco Playa de Baquio fue secuestrado ayer domigo día 20/04/2008 a las 13:00h cuando se dedicaba a la pesca de atún tropical en aguas internacionales del Océano índico a unas 230 millas de la costa de Somalia...
El pesquero, un atunero congelador de la flota de la naviera Pesquería Vasco Montañesa (Pevasa) de Bermeo, fue atacado con lanzagranadas sin que, al parecer, se produjesen heridos entre los 26 miembros que componen su tripulación, trece de origen africano, ocho gallegos y cinco vascos. Al parecer todos se encuentran en buen estado después de una conversación mantenida entre uno de los tripulantes y su esposa.
Tras el ataque inicial un grupo de cuatro piratas armados abordaron el buque mediante una lancha rápida y conminaron a su capitán a virar hacia la costa somalí. El buque, según fuentes del Gobierno Vasco, sufrió algunos desperfectos que, en principio, parece que no han afectado a su navegabilidad.
Esto no es la primera vez que ocurre en estas aguas, hace unos años secuestraron el Albacora IV y pidieron cerca de 100 millones de antiguas pesetas por su liberación.
El atunero congelador secuestrado forma parte de una flota de una docena de buques que las diferentes empresas asociadas a la patronal del sector pesquero Anabac mantienen faenando en aguas del Océano índico. La naviera Pevasa tiene varios pesqueros faenando habitualmente en esa zona, entre ellos, el Juan Ramón Egaña , el Felipe Ruano , el Playa de Anzoras y el Playa de Aritzatxu.
Este último, un buque matriculado en Bermeo y construido en Astilleros Murueta, con una tripulación formada por una treintena de hombres, fue perseguido y «hostigado» durante varias horas el 3 de noviembre de 2005, por varias lanchas rápidas cuando se hallaba faenando a unas 170 millas de la costa de Somalia.
Las principales especies de atún que captura la flota congeladora son el rabil ’yellowfin’- y el listado, destinándose cerca del 70% de la producción a la exportación.
El método de pesca de estos lugares es el cerco mediante grandes redes que rodean al banco de atunes. Una vez izado a bordo, el pescado se congela mediante su inmersión en cubas de salmuera a temperatura de -16 grados centígrados.
Una vez el buque en el puerto de descarga o transbordo ( Abidján o Dákar en el Atlántico, y Diego Suárez o Mahe en el Indico), el pescado se distribuye bien directamente a fábrica conservera o se transborda a mercante frigorífico con destino a los principales mercados del atún ( España, Italia, Puerto Rico, Tailandia, Senegal, Costa de Marfil ). Los buques únicamente retornan cada cuatro años, a fin de realizar la reparación de carácter cuatrianual.
Pescar en aguas cercanas a Somalia se ha convertido en un peligro para estos buques y sus tripulaciones que realizan cuatro meses seguidos de campaña a bordo antes de volver y pasar otros cuatro meses en tierra.
Se sospecha que estas lanchas parten de buques nodriza más grandes, dedicados a la piratería, y su objetivo es abordar otros barcos.
En los últimos meses, según fuentes de los armadores, la veintena de barcos cerqueros que operan en esas aguas africanas se han visto sometidos a reiterados ataques.
Hace meses que navegar por aguas de Somalia es una actividad de alto riesgo, trece barcos secuestrados en el 2007, da buena cuenta de ello. Hasta ahora los barcos asaltados eran de pescadores, como este de ahora, o de mediano tamaño, pero los últimos secuestro han sido un carguero japonés para el transporte de productos químicos de 12.000 toneladas de peso muerto y el yate de lujo francés "Le Ponant" en cuyo rescate se produjeron al menos tres muertos.
Desde la guerra civil que sacudió Somalia y originó la creación de clanes y facciones no existe ninguna autoridad estatal que controle las aguas de este país, lo que ha provocado la proliferación de piratas.
Somalia vive una situación de violencia y anarquía desde el derrocamiento del dictador Mohammed Siad Barré en 1991. Entre junio y diciembre de 2006 la capital, Mogadiscio, y casi toda la mitad sur del país estuvieron bajo control de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI), que impuso el orden en poco tiempo. Los ataques a navíos disminuyeron.
Pero la UTI fue expulsada la pasada Navidad por tropas de Etiopía aliadas al poco popular Gobierno de Transición. Desde entonces, el orden que habían impuesto los tribunales islámicos se evaporó y los secuestros han vuelto a incrementarse.
El Gobierno, demasiado ocupado en combatir una creciente insurgencia en la capital, no funciona como autoridad competente y rara vez va más allá de condenar el incidente.
El terreno está abonado para que florezca el negocio de secuestros. Las peticiones de los secuestradores no son públicas, ya que se negocian directamente con el propietario del barco, pero pueden rondar los 150.000 dólares.