China come menos aleta de tiburón, pero está creciendo su apetito por otra criatura del océano en peligro
Un estudio reciente halla que el consumo de pepinos de mar está aumentando incluso cuando los chinos comienzan a huir de la sopa de aleta de tiburón.
¿Se ha acabado la sopa de aleta de tiburón? Hace apenas unos años la mortal delicadeza tenía una gran demanda en China, donde se servía en las cenas de estado y otros importantes eventos de negocios o familiares. En 2011 fueron importados solo a Hong Kong más de 10 millones de kilos de aletas de tiburón. Algunas poblaciones de tiburones se han desplomado en los últimos años debido a la demanda.
Ahora, gracias en parte a una serie de campañas por parte de grupos conservacionistas, el consumo de sopa de aleta de tiburón parece estar en decadencia. China ha prohibido servir sopa de aleta de tiburón en las recepciones de Estado y los consumidores, tanto en Hong Kong como en China continental, también han comenzado a perder el apetito por el plato. Según un artículo publicado recientemente en la revista Biological Conservation, el consumo de aleta de tiburón se ha reducido en un 25 por ciento en los últimos años.
Esto no es mucho, y es menos de lo que algunos otros grupos conservacionistas han reclamado recientemente, pero es un comienzo, y pone de manifiesto que el consumo está, en efecto, disminuyendo, dijo el científico de tiburones David Shiffman, quien no participó en el estudio.
Mientras hemos estado prestando atención a los tiburones, otro grupo de especies se ha perdido en el camino. Según el estudio, los pepinos de mar - animales marinos que son familiares de las estrellas de mar - permanecen altamente comercializados y consumidos en China, donde se comen como un plato llamado bêche-de-mer. Al menos siete especies de pepinos de mar están en peligro.
"La demanda de pepino de mar no parece haber sido afectada por ninguna de las campañas para la conservación de la aleta de tiburón, incluyendo banquetes de militantes activos del gobierno chino, donde se consumen ambos, aletas de tiburones y pepinos de mar", dijo el autor principal del artículo, Hampus Eriksson, un científico de WorldFish y el Centro Nacional de Seguridad y Recursos Oceánicos de Australia.
Eriksson dijo que aunque se comercializan cada año millones de pepinos de mar, aún no está siendo escuchado el mensaje de que se están en peligro de extinción.
"En las agendas públicas la atención y conservación tiende a centrarse en los tiburones", dijo. "Mucha gente probablemente ni siquiera son conscientes de que los pepinos de mar se pescan y se negocian para satisfacer una similar demanda cultural. Tal vez esto se debe a la condición emblemática de los tiburones".
Glenn Sant, líder del programa de comercio de la pesca para TRAFFIC, elogió el artículo y dijo que pone de relieve la necesidad de "una mejor gestión e información en torno a la captura y el comercio de tiburones y pepinos de mar".
Anteriores estudios de TRAFFIC (archivo PDF) han demostrado que los datos sobre las capturas de pepino de mar no logran transmitir la verdadera naturaleza del impacto de la pesca, ya que cuando se importa es registrado todo simplemente como "pepino de mar". Nunca se observan los países de origen y la especie exacta. La investigación de TRAFFIC también sugiere que gran parte del comercio es ilegal.
Sant llama al sistema actual una "cinta" de sobreexplotación en la que los países no saben lo que están importando y los compradores no saben lo que están consumiendo.
"En estos momentos estamos muy lejos de tener los niveles de captura con base científica, de trazabilidad y de control sobre el comercio de productos y el bloqueo de productos insostenibles e ilegales a nuestros consumidores", dijo.
Hecha correctamente, dijo Eriksson, la cosecha de pepino de mar podría ayudar a aliviar la pobreza en muchas partes del mundo.
"Todo lo que realmente se requiere para recoger pepinos de mar es un cubo", dijo. "Como resultado, la pesca del pepino de mar es un valioso medio de vida para algunas de las comunidades más vulnerables y marginados en el mundo".
Eso, dijo, requerirá una gobernanza adecuada de la pesca y las cadenas de suministro para asegurarse de que los pepinos de mar se cultivan de manera sostenible y los pescadores obtienen el beneficio de sus labores.
Eriksson y su coautor, Shelley Clarke, de la Comisión de Pesca del Pacífico Occidental y Central, escribieron que el "entorno regulatorio actual es insuficiente". Ellos han pedido mejores datos comerciales para evaluar las tendencias y guiar los esfuerzos para manejar y conservar las dos especies, tiburones y pepinos de mar.