Informe FAO: El Estado mundial de la pesca y la acuicultura

tiburón alimentandose de sus presas

También: "Océanos hambrientos", informe de Oceana

Muchas pesquerías están siendo explotadas al límite de su capacidad productiva

Dos informes de ayer lunes 2/03/2009 publicados desde Roma, uno de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otro de organización conservacionista Ocena, afirman que en los océanos y lagos del mundo, que se consideraron en el pasado fuentes inagotables de peces para que los humanos se alimentaran, la pesca indiscriminada y la acuicultura han reducido a algunas especies y dejado famélicas a otras.

La 28ª sesión del Comité de Pesca de la FAO (COFI, por sus siglas en inglés) comenzó ayer en la sede de Roma del organismo de la ONU. Representantes de más de 80 países se reúnen para debatir los asuntos planteados en el informe sobre el Estado mundial de la pesca y la acuicultura (SOFIA, por sus siglas en inglés) y el programa de trabajo para el Departamento de Pesca y Acuicultura de la FAO.

Portada informe FAO, estado pesca y acuiculturaLa industria pesquera y los responsables del sector en cada país necesitan esforzarse más en comprender los efectos que el cambio climático tendrá en la pesca a nivel mundial y prepararse para ello, según afirma el nuevo informe de la FAO publicado ayer lunes.

La última edición del Estado mundial de la pesca y la acuicultura que publica el organismo de la ONU, advierte que es necesario aplicar prácticas pesqueras responsables de forma mucho más generalizada y se deben ampliar los planes de gestión actuales para incluir estrategias que hagan frente al cambio climático.

"Aunque no siempre son aplicadas, las mejores prácticas recogidas en los libros ofrecen herramientas claras y probadas para aumentar la capacidad de resistencia de la pesca frente al cambio climático", afirmó Kevern Cochrane, uno de los autores del SOFIA. "Por tanto, el mensaje a los pescadores y las autoridades pesqueras es claro: alinéense con las buenas prácticas existentes, como las recogidas en el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO, y habrán dado un paso importante para mitigar los efectos del cambio climático".

Sistemas alimentarios y comunidades vulnerables

El cambio climático ya está modificando la distribución de las especies marinas y de agua dulce. Las especies de aguas más templadas se están desplazando hacia los polos y experimentan cambios en la productividad y el tamaño de su hábitat.

Y el cambio climático está afectando a la estacionalidad de los procesos biológicos, alterando las redes alimentarias marinas y de agua dulce, con consecuencias impredecibles para la producción pesquera.

Para las comunidades que dependen en gran medida de la pesca, cualquier disminución en la disponibilidad local de pescado o aumento en la inestabilidad de sus medios de subsistencia les supondrá graves problemas.

"Muchas pesquerías están siendo explotadas al límite de su capacidad productiva. Resulta preocupante analizar los efectos que el cambio climático podría tener sobre los ecosistemas oceánicos y su supervivencia", afirmó Cochrane.

Son necesarios esfuerzos urgentes para ayudar a las comunidades que dependen de la pesca y la acuicultura a fortalecer su capacidad de resistencia frente al cambio climático, especialmente las más vulnerables, añadió.

Pesca y emisiones de carbono

aguila captura pez

La pesca y la acuicultura contribuyen de forma menor -aunque significativa- a las emisiones de gases de efecto invernadero durante las operaciones pesqueras, el transporte, procesado y almacenamiento de pescado, según explica el informe de la FAO.

Se estima que la relación entre combustible y emisiones de dióxido de carbono (CO2) para la pesca de captura es de unos 3 teragramos de CO2 por cada millón de toneladas de combustible empleado. "Este dato podría mejorarse. Una buena gestión de las pesquerías puede aumentar sustancialmente el rendimiento del combustible para el sector", explicó Cochrane. "Un exceso de capacidad en la pesca -añadió- supone menos peces capturados por embarcación, es decir, menor rendimiento del combustible, al tiempo que la competencia por los escasos recursos implica que los pescadores buscan siempre la forma de aumentar de potencia de los motores, circunstancia que también reduce la eficiencia del combustible".

El SOFIA añade que, comparadas con las operaciones pesqueras, las emisiones por kilogramo de productos acuáticos transportados por el aire tras su captura son bastante elevadas. El transporte aéreo intercontinental emite 8,5 kg de CO2 por cada kilogramo de pescado transportado. Esto supone unas 3,5 veces más que el transporte marino y más de 90 veces el transporte local de pescado consumido en un radio de 400 km del lugar de captura.

Nuevas estadísticas de producción

La producción total de la pesca mundial alcanzó un nuevo máximo de 143,6 millones de toneladas en 2006 (92 millones de toneladas de la pesca de captura, 51.7 millones de la acuicultura). De este total, 110,4 millones de toneladas fueron empleadas para consumo humano, mientras que las restantes fueron destinadas a usos no alimentarios (alimentación de ganado, harina de pescado para la acuicultura).

El aumento de la producción tuvo lugar en el sector de la acuicultura, que aporta actualmente el 47 por ciento de todo el pescado destinado al consumo humano. La producción de la pesca de captura se ha estabilizado y no se espera que aumente por encima de los niveles actuales.

Estado de las poblaciones de peces naturales

atunes

El 19 por ciento de las principales poblaciones comerciales de peces marinos analizadas por la FAO están sobreexplotadas. El informe indica que un 8 por ciento están agotadas y un 1 por ciento se está recuperando de este agotamiento.

Alrededor de la mitad (52%) están siendo totalmente explotadas y las capturas están próximas a sus límites sostenibles máximos.

Un 20 por ciento de las poblaciones figura en las categorías de explotación moderada o subexplotación.

Las zonas con mayor proporción de poblaciones totalmente explotadas son el Atlántico nororiental, el Océano Índico Occidental y el Pacífico noroccidental.

El SOFIA identifica el exceso de capacidad -una combinación de demasiadas embarcaciones y tecnologías pesqueras sumamente eficaces- como el problema clave que sufre hoy la pesca.

Según el informe, los avances a la hora de abordar este asunto han sido lentos y "sólo se ha progresado de forma limitada en la incorporación a la pesca de un enfoque preventivo y basado en el ecosistema, eliminando las capturas incidentales y los descartes, regulando la pesca con redes de arrastre, gestionando la pesca del tiburón y enfrentándose a la pesca ilegal".

 

Conclusiones clave

El SOFIA pone de relieve la importancia de la pesca y la acuicultura en el mundo en desarrollo.

Se estima que 43,5 millones de personas están directamente involucradas, ya sea tiempo parcial o completo, en la pesca de captura y la acuicultura. La mayoría (86 por ciento) vive en Asia. Otros 4 millones trabajan para el sector de forma esporádica. Considerando el trabajo en el procesado de pescado, las industrias de comercialización y servicios e incluyendo a las familias de personas que están directa o indirectamente empleadas en la pesca y la acuicultura, más de quinientos millones de personas en todo el mundo dependen del sector pesquero.

conservas de pescado

El pescado proporciona a más de 2.900 millones de personas al menos el 15 por ciento de la ingesta media per cápita de proteína animal. Aporta como mínimo un 50 por ciento de la ingesta total de proteína animal en muchos estados insulares en desarrollo así como en Bangladesh, Camboya, Gambia, Ghana, Guayana francesa, Guinea Ecuatorial, Indonesia y Sierra Leona.

Tanto el empleo directo como el de las industrias relacionadas también son importantes para los países en desarrollo, cuyos ingresos procedentes de las exportaciones pesqueras han alcanzado 24 600 millones de dólares EE.UU. anuales.

La flota pesquera motorizada mundial asciende a cerca de 2,1 millones de embarcaciones. La inmensa mayoría (90 por ciento) mide menos de 12 metros de eslora. Unas 23 000 son embarcaciones "industriales" de gran tonelaje. Se desconoce la nacionalidad de miles de ellas. Esta categoría "desconocida" ha aumentado en los últimos años a pesar de los esfuerzos para eliminar la pesca ilegal a nivel mundial.

El SOFIA también incluye capítulos sobre la seguridad en el trabajo de los pescadores, sistemas de certificación de productos marinos, recursos genéticos marinos, pesca de camarones, y el uso de peces en su estado natural como material de repoblación y alimento en la acuicultura.

Otros mensajes claves de la FAO

  • Se necesitan urgentemente iniciativas para mitigar los factores que impulsan el cambio climático, así como para adoptar medidas de adaptación dirigidas a contrarrestar las amenazas que pesan sobre la disponibilidad de alimentos y de medios de vida.

  • Es probable que se haya alcanzado el máximo potencial de los océanos mundiales en cuanto a producción procedente de los recursos marinos naturales. Esto supone que se necesitan unos planteamientos controlados más estrechamente por lo que respecta a la ordenación pesquera, con el fin de hacer frente a las pérdidas económicas que actualmente caracterizan muchas pesquerías de captura, así como para reducir la capacidad pesquera a niveles que correspondan a niveles sostenibles de captura.

  • cajas de pescado en lonja
  • La acuicultura sigue siendo el sector de la producción de alimentos de origen animal con un crecimiento más rápido y, por primera vez, puede suministrar la mitad de todo el pescado consumido en el mundo. Los desarrollos futuros deberían ir en la dirección de una acuicultura basada en piscifactorías, que reduzca la dependencia con respecto de las poblaciones naturales.

  • Se debe reforzar el papel de los pescadores en pequeña escala para aprovechar todo su potencial en la sociedad y mejorar sus medios de vida. Las iniciativas de desarrollo integrado deberían crear o reforzar los vínculos entre la alfabetización, la vivienda, la seguridad social, la sanidad y la infraestructura, entre otros elementos.

  • La tasa de accidentes en el sector pesquero sigue siendo inaceptablemente elevada. Con el fin de abordar esta cuestión podría elaborarse un plan internacional de acción sobre la seguridad en el mar y promoverse como parte del Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO.

  • Los sistemas privados de normalización y certificación deberían conciliarse con la misión del sector público de reglamentar la utilización de las prácticas responsables en la pesca y la acuicultura a lo largo de toda la cadena alimentaria.

delfines alimentandose

portada informe oceanos hambrientos, Oceana

El informe de Ocena: "Hungry Oceans: What Happens When the Prey is Gone?"  (Océanos Hambrientos: ¿Qué sucede cuando se va la presa?) abunda sobre el hecho esperado de que el cambio climático desestabilice a las poblaciones de peces, forzando a las especies de agua tibia a trasladarse más cerca de los polos, además de cambiar los hábitats y las cadenas alimenticias tanto en aguas saladas como dulces, explicaron los informes.

Los peces grandes con más posibilidades de acabar en los platos de las familias de los países ricos -como el salmón o el atún- ya se pescan de forma indiscriminada, afirmó la organización sin ánimo de lucro Oceana, agregando que ahora la presión está sobre las especies más pequeñas a las que se comen esos peces.

La nota de prensa de Ocena sigue diciendo:

Los científicos están encontrando pruebas de la malnutrición generalizada en los peces comerciales y recreativos, en los mamíferos marinos y aves marinas a causa de la disminución mundial de los pequeños peces que necesitan para sobrevivir, según el nuevo informe de Oceana, "Océanos Hambientos: ¿Qué pasa cuando la presa se ha ido? " Estos "peces presa" apoyan las redes tróficas marinas y se han agotado de manera constante por la sobrepesca, aumento de la demanda de piensos para la acuicultura, y el cambio climático.

"Hemos capturado a todos los peces gordos y ahora vamos a por su comida", dijo Margot Stiles, científica marino de Oceana y una de los principales autores del informe "Océanos Hambrientos". "Hasta hace poco la creencia generalizada era que los peces pequeños son imposibles de agotar debido a la sobreexplotación de sus poblaciones ya que crecen muy rápidamente. Ahora estamos demostrando que es falso porque las demandas de la pesca comercial y la acuicultura superan la capacidad de los océanos para proporcionar alimentos para nosotros y para sí mismo."

acuicultura (piscifactoria)Océanos Hambrientos considera que 7 de las 10 principales pesquerías en el mundo son objetivo de los peces presa. Estas pesquerías han convertido sus las poblaciones de peces más grandes en sobreexplotadas y agotadas. El informe concluye que los impactos de la actividad pesquera en las últimas décadas ha sido tan grande que casi todas las presas de pesca ya no puede soportar el aumento de la presión pesquera. Océanos Hambrientos también considera que la acuicultura es cada vez más el causante de la sobrepesca de peces presa, porque el salmón, el atún y otros peces carnívoros de cría han desarrollado el más rápido crecimiento de productos del mar en el mundo. El cambio de temperatura de los océanos y las corrientes, provocadas por el cambio climático, también hace a las poblaciones de peces presas más vulnerables.

Océanos Hambrientos coincide con el informe bienal del Estado mundial de la pesca y la acuicultura, que hemos visto más arriba, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). La FAO concluye que el 80% de todas las poblaciones de peces marinos se encuentran plenamente explotadas, sobreexplotadas, agotadas o recuperándose del agotamiento, incluyendo las 7 poblaciones de peces presa más grandes. Muy pocas siguen siendo las poblaciones de peces marinos con potencial de sostener o aumentar su producción, mucho peor, han llegado a unos límites nunca conocidos.

Impactos

sobrepescaEl futuro del comercio pesquero y la pesca deportiva se ven amenazados por la pérdida de los peces presa, especialmente los que están actualmente reconstruyéndose de su histórico agotamiento. Océanos Hambrientos identifica el atún rojo, a las rayas, el salmón del Pacífico y el fletán del Pacífico, como especies clave que dependen de los peces presa.

"Estamos constantemente haciendo la vida difícil a las especies de aves marinas en peligro de extinción, a las ballenas, y el pasar hambre no les va a ayudar. Valiosos peces como el atún rojo están luchando, y no podemos esperar para recuperar la pesquería cuando estamos robando su suministro de alimentos. Mediante la adopción de alimentos procedentes de la pesca del atún podríamos acabar con nuestra hambre", dijo Stiles.

Los mamíferos y aves marinas también dependen del acceso a los peces presa para su supervivencia cotidiana y para sus juveniles, incluida la ballena azul, ballena jorobada, pingüinos, y charranes. Incluso las especies protegidas por las leyes nacionales e internacionales están sufriendo la escasez de alimentos.

Soluciones

Es necesaria una gestión más responsable para evitar que los depredadores pasen hambre. Océanos Hambrientos propone una serie de medidas, entre ellas una moratoria sobre la pesca de nuevas especies de peces presa, conservación de los límites de captura de la pesca, la primera prioridad son las necesidades de los depredadores del océano, y detener la pesca de las presas de los depredadores por los criaderos.

"La gestión pesquera debe simplemente dar por sentado que los peces presa tienen un papel fundamental en el ecosistema", dijo Stiles. "Tenemos que actuar de manera responsable al realizar las capturas de las presas naturales de los predadores, y abrir los ojos a las consecuencias para los océanos y nuestro propio suministro de pescado".

manta raya capturada entre los atunesPor su parte Ricardo Aguilar, Director de Investigación y Proyectos de Oceana en Europa, ha declarado: "Cuando se gestiona una pesquería o se habla de sobreexplotación se olvida que la desaparición de una especie por sobrepesca tiene impactos severos sobre stocks de otras especies. Un ejemplo muy claro es el atún rojo, que desapareció de las costas noruegas con el colapso de las poblaciones de arenque. Hoy en día el sinsentido llega hasta el punto de que se sobreexplota el atún y sus presas, a fin de alimentar estos mismos atunes en jaulas de engorde". Concluyendo: "Los impactos del ser humano en los océanos no pueden considerarse de forma aislada; carece de sentido sobreexplotar irracionalmente estas especies para alimentar la industria de acuicultura, sin considerar los impactos que esto conlleva en todo el ecosistema".

Enlaces: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)    Oceana

Créditos imágenes: NOAA, Gordon Stroupe, Oceana (Cristián Gutiérrez, Keith Ellenbogen), Save Our Wild Salmon Coalition, Colin Robson, Cathou Cathare

 

Etiquetas: PescaAcuiculturaFaoOceanaSobrepesca

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