Flotas taiwanesas, francesas y españolas navegan por las turbulentas aguas del Océano Índico
La búsqueda del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, aunque sin fruto en cuanto a encontrar la aeronave, debería proporcionar a los pescadores del Océano Índico mapas detallados del fondo del mar y ayudarles a obtenerer enormes capturas.
Australia, Malasia y China pusieron el martes fin a la búsqueda del avión Boeing 777, después que una caza de 150 millones de dólares durante casi tres años no pudo encontrar ningún rastro, dejando sin respuesta uno de los mayores misterios muldiales de la aviación.
La suspensión de la búsqueda submarina ha dejado angustiadas a las familias de los desaparecidos, pero la información obtenida debe proporcionar a los pescadores una visión sin precedentes de los hábitats de las valiosas especies que buscan.
"Trae un extraordinario nuevo nivel de detalle a nuestro conocimiento del área", dijo David Carter, director ejecutivo de Austral Fisheries, cuya flota busca austromerluza en las aguas cerca de la zona de búsqueda.
El avión desapareció en marzo de 2014 en ruta a Beijing desde la capital de Malasia, Kuala Lumpur, con 239 personas a bordo. El análisis de los contactos de radar y satélite sugirió que alguien a bordo pudo haber desconectado su transpondedor antes de desviarlo a miles de kilómetros sobre el Océano Índico.
El área de búsqueda abarcó 120.000 kilómetros cuadrados (46.000 millas cuadradas) del remoto Océano Índico meridional, al oeste de Australia.
Charitha Pattiaratchi, catedrática de Oceanografía Costera de la Universidad de Australia Occidental, dijo que los detalles de los contornos del mar profundo eran invaluables para los pescadores.
"Si sabes dónde están estos pilares, significa dinero", dijo Pattiaratchi.
"Son áreas donde se puede encontrar pescado de alto precio".
La búsqueda del MH370 fue dirigida por el grupo de ingeniería Fugro, que levantó datos detallados de mapeo de sonar en un área que normalmente habría sido demasiado remota y costosa para mapear con tal detalle.
"Se ha recopilado una gran cantidad de datos a lo largo de la búsqueda que se publicarán una vez que se hayan procesado y preparado para su publicación", dijo en una declaración la agencia que ha estado coordinando la búsqueda, la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB).
El océano tiene 6,5 km (4 millas) de profundidad en la zona de búsqueda con altas montañas submarinas, volcanes submarinos y largos valles de rift.
Las corrientes empujan nutrientes a lo largo de los contornos que atraen a los peces que, a su vez, atraen peces predadores más grandes.
Gran interés
Las enormes distancias y el tiempo inhóspito significan que las flotas buscan en las aguas abiertas solamente el pescado más valioso - atún, austromerluza, roughy anaranjada, alfonsino y trevally.
Saber dónde se encuentran las peculiaridades del fondo del océano será una gran ventaja.
"Será un gran interés para el sector comercial", dijo Neil Patrick, uno de los pescadores más conocidos de Australia.
"Ahí fuera el pescado puede valer miles y miles de dólares".
Flotas taiwanesas, francesas y españolas navegan por las turbulentas aguas, junto con barcos basados en Mauricio y cerca de Rodríguez y la Reunión.
También operan en las aguas muchas embarcaciones ilegales, que no se ajustan a las normas establecidas por las organizaciones regionales pertinentes de ordenación pesquera.
Las flotas pesqueras obstaculizaron rutinariamente los buques de búsqueda, dijo a Reuters el gerente de operaciones de Fugro, Paul Kennedy.
"Los barcos están persiguiendo atún y tienden a no responder a las llamadas de radio", dijo. "La mayoría de ellos son ilegales, por eso no te hablan en la radio".
Fugro dijo que perdió cerca de dos semanas de tiempo de búsqueda en un período de verano después de ser retrasados por la presencia de barcos de pesca.
El equipo de búsqueda se encontró con un barco de pesca hundido, dijo ATSB, aunque las agencias gubernamentales no han sido capaces de identificarlo.