Los científicos están reevaluando lo que sabemos sobre ella y esbozando planes para una futura visita
Cuando en 1989 la nave espacial Voyager 2 de la NASA voló cerca de la luna de Neptuno del tamaño de Plutón, Tritón, vio una cantidad de extrañas características, incluidas columnas de partículas que se elevaban 8 kilómetros sobre su superficie. En otra parte, la nave espacial - que sigue siendo la única misión que ha visitado Neptuno - vio en la superficie respiraderos de material oscuro, presumiblemente partículas depositadas por plumas inactivas.