Los cuernos del Megaloceros giganteus alcanzaban hasta 3,65 metros
En el fondo, todos los pescadores esperan que cualquier día sea el que encuentren el pez más grande, pero no muchos pescadores imaginan encontrar restos del Holoceno.
Fue un día muy parecido a cualquier otro para Raymond McElroy y Charlie Coyle. Salieron a pescar pollan (Coregonus pollan, un pescado blanco) en Lough Neagh, un lago de agua dulce en Irlanda del Norte. Cuando echaron su red, sabían que habían encontrado algo grande; simplemente no sabían qué tan grande y de qué edad.
"Apareció en la red en el costado del bote. En principio pensé que era un trozo de roble negro", dijo McElroy a Belfast Live. "Pero luego me sorprendió cuando lo saqué por un lado y vi el cráneo y las astas. Es bastante bueno".
El cráneo y las astas pertenecen a una especie que solía recorrer la orilla del lago hace decenas de miles de años hasta que se extinguió hace unos diez milenios. El cráneo que encontraron los dos pescadores pudo haber sido uno de los últimos que vagabundeaban por la zona.
El cráneo y las astas intactas medían casi 2 metros de ancho (6 pies), y pertenecían al Gran Alce (Megaloceros giganteus), a veces conocido como el alce irlandés.
Es curioso que la especie se llame el alce irlandés, ya que no es ni exclusiva de Irlanda ni es un alce. Sin embargo, es la especie de cérvido más grande que alguna vez haya caminado por la faz de la Tierra, con una altura en el lomo de 2,1 metros y con cuernos que alcanzaban hasta los 3,65 metros.
No está exactamente claro lo qué llevó a la extinción a esta magnífica criatura, pero probablemente tiene mucho que ver con las cambiantes condiciones del Holoceno.
Incapaz de adaptarse a las condiciones ambientales cambiantes de la última glaciación o a la marcada transición que ocurrió después de la retirada final de la capa de hielo, el ciervo más grande que jamás haya existido se extinguió. Fue un estudio que incluyó a esta especie el que primero comenzó a convencer a los naturalistas escépticos de que era posible la extinción total de una especie.
El Dr. Mike Simms del Museo del Ulster, que se hizo cargo del hallazgo, comentó por Belfast Live:
"Es el primero realmente bueno que he visto en 20 años. Se han extinguido en Irlanda hace 10.500 a 11.000 años. Vivieron en Siberia hasta hace unos 6.500 años".
"Llegaron (a Irlanda) cuando hacía buen tiempo en las llanuras de hierba, pero luego los árboles comenzaron a crecer: las cornamentas gigantes no son muy buenas en el bosque".