Llegó a la apartada Niue en enero de 2018 arrastrado por una tormenta
En una isla muy lejana una vez vivió un pato llamado Trevor. Nadie sabía de dónde venía, porque hasta su llegada no había patos en la isla. Había aparecido misteriosamente en esta remota isla rocosa después de una violenta tormenta.
Ubicada en el Pacífico Sur, a unos 2.400 kilómetros al noreste de Nueva Zelanda, esta isla llamada Niue es un país propio, cuya totalidad está confinada dentro de un único atolón de coral de 260 kilómetros cuadrados.
Pero Niue está lejos de estar congestionada. Tiene una población de solo 1.600 habitantes y la isla en sí es extremadamente verde con imponentes acantilados y cuevas de piedra caliza, resguardadas calas rocosas, playas secretas y arrecifes de coral. Muchos turistas, especialmente de Nueva Zelanda y Australia, vienen aquí por sus famosos sitios de buceo y cristalinas aguas.
Trevor, sin embargo, fue llevado a Niue por la naturaleza en contra de su voluntad, probablemente arrastrado desde Tonga, la isla más cercana situada a unos 600 km al oeste, o incluso desde Nueva Zelanda. Cuan angustioso podría haber sido su viaje lo puede suponer cualquiera.
Trevor llegó a Niue en enero de 2018. Una vez que Trevor toco tierra, se dio cuenta rápidamente de que tenía un problema. La isla no tenía humedales, ni lagos, ni ríos, ni siquiera un estanque. Hidrológicamente Niue era tan estéril como una "roca", el nombre con el que comúnmente se le hace referencia (la Roca de Polinesia).
Así que un charco embarrado junto a la carretera se transformó en su nuevo hogar, y Trevor se convirtió en parte de la comunidad. Debido a que era un pato mallard, en español ánade real o azulón (Anas platyrhynchos), recibió su nombre por Trevor Mallard, el orador de la Cámara de Representantes de Nueva Zelanda.
Trevor se convirtió en una celebridad tanto como un hito. Cuando la periodista del New Zealand Herald, Claire Trevett, fue a Niue para pasar unas vacaciones, alguien que le daba instrucciones le dijo que "girara a la derecha después del pato". Al regresar a Nueva Zelanda en septiembre de 2018, Trevett escribió un artículo sobre Trevor, dándole su primera publicidad internacional.
Poco después, Trevor consiguió su propia página de Facebook. Cerca de su charco se erigió un letrero que decía "Niue Duck Sanctuary", y debajo del nombre de Trevor en un texto más pequeño había una descripción: "El único pato solitario en Niue".
Trevor fue bien atendido por los lugareños, que le dieron arvejas, maíz y arroz y le prestaron mucha atención en general. Cuando bajaba el agua en el charco, la gente lo llenaba, a veces incluso trayendo el camión de bomberos del estado para llenarlo.
Trevor volaba regularmente alrededor de la isla para visitar a los lugareños en sus jardines y disfrutaba de las sabrosas golosinas que le ofrecían. También se hizo amigo de un gallo, un pollo y un weka, un ave no voladora nativa de Nueva Zelanda y Niue, que vivía cerca del charco.
Algunas personas se preocuparon de que Trevor pudiera sentirse solo y sugirieron que lo llevaran a un lugar donde hubiese muchos patos. Otros querían traer otro pato a la isla para hacerle compañía. Pero sin ninguna fuente natural de agua, el hogar de Trevor era lo suficientemente grande solo para uno.
La vida aparentemente feliz de Trevor se interrumpió el 26 de enero de 2019. Su cuerpo sin vida fue encontrado tirado en el monte después de ser atacado por perros.
Las noticias de la muerte de Trevor se encontraron una gran aflicción en las redes sociales.
"La más profunda simpatía hacia la gente de Niue desde el Parlamento de Nueva Zelanda", escribió en Facebook Trevor Mallard, homónimo de Trevor.
"Capturó muchos corazones e incluso el gallo, el pollo y el weka parecían un poco tristes vagando por el charco casi seco", dijo Rae Findlay, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Niue.
