La noche del Mar Cantábrico asturiano en Madrid
Galería Utopia Parkway
Se ha inaugurado hoy jueves 18 de septiembre/2008 en la sala Utopia Parkway la exposición "El Mar y la Noche" del pintor asturiano Miguél Galano (Tapia de Casariego, 1956).
Yo de arte entiendo poquito, muy poquito, pero la obra de este artista no me ha dejado indiferente, sobre todo la serie titulada "Eco de Mar" donde representa un Mar oscuro, casi como la noche con la que se confunde.
He buscado algunas críticas por internet, esta es de la Asociación Cultural Ajimez: "Bajo la presencia, a menudo conjunta, de esos dos elementos, mar y noche, Galano presenta una serie de óleos sobre lino y grabados impregnados de la ligereza poética y la profundidad emocional que, simultáneamente, caracteriza la obra del pintor. El recorrido alterna las marinas de paisajes reconocibles («Os Cañois»), la evocación viajera («Magrit-sziget», «Bäckeranlage am Abend») o de lugares más cercanos («Xexín»), el paisaje urbano («Libreros en el Prado») o los diálogos con la tradición («Noche española», «Turner en Salinas»), además de una serie, «Ecos de mar», en la que los contornos paisajísticos se diluyen en un puro clima, pleno de resonancias sensoriales y místicas.
Andrés Sanchez Robaina en Letras Libres explica así la obra de Miguél Galano: "Se diría que la cerrada economía de elementos no puede ya reducirse más, no puede alcanzar un nuevo límite: ha tocado ese punto en el que lo que vemos -estricto, ceñido a su propio reconocimiento- bordea la imagen abstracta. Tal es, si no me equivoco, el límite que roza una pintura extrarodinaria, "Marina" (2002), en la que el horizonte divide en dos la imagen del Mar y el cielo. Es el "riguroso horizonte" del que habla Jorge Guillén".
Y finaliza Robaina: "Pintor de espacios que reproducen, de manera misteriosa, sutiles estados de espíritu, Galano ha dicho alguna vez que -a pesar de la "aclaración" que ha experimentado su mundo plástico respecto a viejas escenas más "oscuras" en su obra- sigue viéndose a sí mismo como un pintor muy
negro. No le falta razón, siempre que en esa negrura sepamos ver, como en negativo, una suerte de devoción, de comunión con lo visible".