Nuevas imágenes nunca vistas de una Crittercam de National Geographic
El video es de un proyecto australiano destinado a salvar a los leones marinos en peligro de extinción
Las nuevas imágenes nunca vistas en vídeo, realizadas con la Crittercam de National Geographic, muestran los hábitos alimentarios de los lobos marinos de Australia, incluida una toma de un lobo marino dando caza a un gran pulpo. El vídeo es de un proyecto destinado a ayudar a salvar a los leones marinos en peligro de extinción, en parte para descubrir dónde y cómo comen los animales.
La Crittercam de National Geographic ha permitido grabar una imágenes submarinas inéditas: la captura de un pulpo visto desde la perspectiva del leon marino que le da caza. La Crittercam es una cámara subjetiva que se acopla a un animal. Esta secuencia muestra al ejemplar hembra que lleva la cámara nadando hasta encontrarse con el cefalópodo. Luego le muerde los tentáculos y le arrastra a la superficie.
A los leones marinos del mar australiano les están prestando una mano, o tal vez una aleta, con el establecimiento de parques marinos en el sur de Australia. Y en el camino, la Crittercam de National Geographic ha capturado un acto nunca antes visto de la depredación: un león marino captura y se come un pulpo muy grande.
El proyecto, liderado por el científico Dr. Brad Page, del South Australian Research and Development Institute (SARDI), está revelando información crítica acerca de los ambientes del fondo del mar del sur de Australia. Y es que revela información valiosa sobre el comportamiento y los hábitos de alimentación del lobo marino australiano en peligro de extinción.
Los lobos marinos equipado con rastreadores GPS y una Crittercam de National Geographic están haciendo tomas para los científicos en viajes increíbles a desconocidos "puntos calientes marinos". "Estas áreas son importantes no sólo para proporcionar alimentos a los leones marinos, sino también para mantener las poblaciones de peces.
Las Crittercams fueron desplegadas en Dangerous Reef en el golfo Spencer, una isla rocosa del tamaño de un campo de fútbol, y el hogar de la mayor colonia de lobos marinos de Australia.
Con la combinación de estos dos instrumentos, los leones marinos están mostrando a los investigadores comportamientos nunca antes presenciados por los científicos, y dónde y cómo exactamente se alimentan. Esto responderá a muchas preguntas acerca de los leones marinos en peligro de extinción, que ayudarán a asegurarse de que las áreas a ser designadas como Parques Marinos protegerán el hábitat clave de lobos marinos.
El Dr. Page dice: "Un descubrimiento importante es que los lobos marinos siempre se alimentan en el fondo del mar y que no comen pescado de mar abierto, conocido como pelágico. Esta es una información crítica porque los parques marinos se están creando para proteger los hábitats del fondo del mar", una medida con que los científicos pueden ahora confirmar que protegen los recursos de los lobos marinos.
En una de las piezas más espectaculares de vídeo con la Crittercam realizadas hasta ahora, podemos ver esta hembra trabajando para manejar una presa difícil, un gran pulpo. Demasiado grande para tragarselo de una sola vez, ella lo arrastra a la superficie donde pueda respirar mientras trabaja en su descomposición en trozos del tamaño de un bocado.
En varios puntos, el pulpo intenta escapar, pero el lobo marino es implacable. Ella muerde los tentáculos uno por uno.
En varias ocasiones el pulpo se distancia, pero de nuevo el lobo marino se acaerca a su comida, manteniendo todo el tiempo la presa cerca de la superficie, donde puede tomar algunas bocanadas de aire.
La crittercam se dio a conocer en 1987, cuando una tortuga se convirtió en el primer animal que tomaba imágenes de su entorno por "encargo de seres humanos. La máquina la había inventado Greg Marshall, un biólogo marino y director de cine de National Geographic. Desde entonces se ha usado para fotografiar y hacer vídeos de la vida salvaje desde dentro y entre los "reporteros figuran pingüinos, focas, tiburones, osos, leones y hasta ballenas.
El proyecto de tres años, ha sido financiado por el Centro Australiano de Mamíferos Marinos, y está siendo llevado a cabo por SARDI y el Departamento de Medio Ambiente, Agua, Patrimonio y Artes, con el apoyo de la Universidad de Flinders y el Marine Innovation South Australia.
Enlace: National Geographic