El agua es un problema mundial, que merece una conversación global
Los ríos fluyen hacia un futuro altamente incierto
Los peces de agua dulce pueden proporcionar hasta el 70% de las proteínas animales en muchos países en vías de desarrollo
¿Qué es el Día de Acción Blog? (Blog Action Day 2010)Blog Action Day es un evento anual que se celebra el día 15 de octubre de cada año y une a los bloggers del mundo con la publicación de un artículo sobre el mismo tema el mismo día, con el objetivo de provocar un debate mundial y conducir la acción colectiva. El tema de este año es el agua. En este momento, las 01:00 horas del día 15 de octubre 2010, hay apuntados 4.190 blog de 131 países con 32.119.462 readers.
¿Por qué el agua?
En este momento, casi mil millones de personas en el planeta no tienen acceso a agua limpia y potable. Uno de cada ocho de nosotros.
El agua insalubre y la falta de servicios básicos de saneamiento causan el 80% de las enfermedades y matan más gente cada año que todas las formas de violencia, incluida la guerra. Los niños son especialmente vulnerables, ya que sus cuerpos no son lo suficientemente fuertes para combatir la diarrea, la disentería y otras enfermedades. La ONU predice que una décima parte de la carga mundial de enfermedades se pueden prevenir con sólo mejorar el abastecimiento de agua y saneamiento.
Sin embargo, el agua se mueve más allá de una cuestión de derechos humanos. Es un problema ambiental, un problema de bienestar animal, una cuestión de sostenibilidad. El agua es un problema mundial, que merece una conversación global.
Extracto sobre la Huella del agua del Informe Planeta Vivo de WWF
Todos vivimos a la orilla del agua, ya sea al final de una tubería o en la ribera de un río (o si es salada, al lado del mar). Necesitamos agua para nuestra supervivencia, para cultivar, para generar energía y para producir los bienes que utilizamos todos los días. Aunque menos del 1% del agua de la Tierra es accesible para satisfacer el uso humano directo (UNESCO-WWAP, 2006), hay suficiente agua disponible para satisfacer las necesidades humanas y ambientales. El reto es asegurar suficiente agua de buena calidad sin destruir los ecosistemas de donde la tomamos: ríos, lagos y acuíferos.Sin embargo, el uso de los servicios ecosistémicos de agua dulce (incluido —pero no sólo el único— el abastecimiento de agua), está ahora por encima de los niveles que se pueden mantener incluso con la actual demanda (EM, 2005b). Además, las predicciones nos indican constantemente que la demanda de agua (nuestra Huella Hídrica) seguirá aumentando en la mayor parte del mundo (Gleick, P. et al., 2009). Los mayores impactos en los ecosistemas dulceacuícolas incluyen el aumento de la fragmentación de los ríos, la extracción excesiva y la contaminación del agua. Los impactos inminentes del cambio climático pueden agravar mucho la situación.
Por último, cada vez es más evidente el efecto dominó global de la escasez de agua, descubierto conforme las técnicas de cálculo de la huella hídrica van arrojando luz sobre el grado de dependencia de los países y empresas del comercio de “agua virtual”, la que contienen los artículos y productos.
Fragmentación de los ríos
El aumento de la demanda de agua y energía hidroeléctrica, junto a los esfuerzos por controlar las inundaciones y la navegación fluvial, han llevado a la construcción de presas y otras infraestructuras como esclusas, presas mini hidráulicas y diques en la mayor parte de los grandes ríos del mundo. De los 177 grandes ríos con una longitud de más de 1.000 km, sólo 64 se mantienen con el caudal inalterado, libres de obstáculos como presas y otras barreras (WWF, 2006).
Las infraestructuras hídricas pueden tener beneficios, pero también tienen impactos muy graves sobre los ecosistemas dulceacuícolas y sobre las personas que dependen de los servicios que proporcionan dichos ecosistemas. Las presas alteran los regímenes fluviales cambiando la cantidad, duración y calidad del agua que fluye río abajo. Las presas más grandes pueden cortar completamente las conexiones ecológicas entre los hábitats que se encuentran río arriba y los de río abajo, impidiendo por ejemplo la migración de los peces.
Las estructuras de defensa frente a las inundaciones pueden cortar las conexiones entre un río y su llanura de inundación, impactando sobre los hábitats de humedales. La creciente demanda por la energía baja en carbono, el almacenamiento de agua y el control de las inundaciones son nuevas motivaciones para construir presas y otras infraestructuras en el mundo. Investigaciones recientes estiman que hay cerca de 500 millones de personas que han visto su forma de vida afectada por la construcción de presas (Richter, 2010).
Ríos secos
En las últimas décadas el aumento de la extracción de agua ha provocado que algunos de los ríos más importantes estén sin agua.
Por ejemplo, el río Amarillo de China dejó de fluir río abajo y en su desembocadura durante largos periodos de tiempo en los años 90; las dificultades para mantener el caudal del río Murray en Australia están bien documentadas; y el río Grande, que forma la frontera natural entre EE.UU. y México, está seco en muchos tramos. Para satisfacer las crecientes demandas, el agua está siendo también transferida a grandes distancias de una cuenca fluvial a otra, lo que puede implicar impactos ecológicos. A veces esto se produce a gran escala, como en el caso del trasvase sur-norte de China.
Contaminación del agua
En los últimos 20 años se han obtenido algunos grandes éxitos a la hora de abordar los problemas de contaminación urbana e industrial en los países desarrollados, con frecuencia debido a una legislación más estricta y a la asignación de presupuestos importantes para mejorar las instalaciones de tratamiento de aguas residuales. Sin embargo, la contaminación sigue siendo uno de los mayores problemas para muchos sistemas fluviales.
Después de utilizar el agua con fines domésticos, industriales y agrícolas, la cantidad de agua que no se ha evaporado vuelve a los ecosistemas dulceacuícolas. Estos flujos de retorno están a menudo cargados de nutrientes, contaminantes y sedimentos.
También pueden tener más temperatura que las aguas que las reciben, como pasa, por ejemplo, con la utilizada para enfriar en las centrales térmicas. Cada día, dos millones de toneladas de residuos y aguas residuales entran en las aguas del mundo (UNESCO-WWAP, 2003).
La situación es especialmente grave en los países en vías de desarrollo, donde el 70% de los residuos industriales no tratados se vierte directamente y contamina los suministros de agua existentes (UN-Water, 2009).
La consecuente reducción de la calidad del agua tiene profundos impactos sobre la salud de las especies y los hábitats. Además, su mala calidad afecta a la salud de los usuarios río abajo.
Impactos climáticos e incertidumbre
El agua es el principal medio a través del cual el cambio climático influye sobre los ecosistemas de la Tierra (Stern, N., 2006). Aunque es difícil encontrar predicciones científicas precisas, hay un consenso entre muchos científicos de que los cambios en el clima durante las próximas décadas producirá un derretimiento de los glaciares, cambios en los patrones de las precipitaciones y sequías e inundaciones cada vez más intensas y frecuentes (IPCC, 2007a).
La demanda creciente de agua, energía hidroeléctrica y protección frente a las inundaciones hará más difícil la protección de los ríos.
En este contexto, los ríos fluyen hacia un futuro altamente incierto.
Agua virtual y comercio global
Con las nuevas herramientas para medir la huella hídrica somos capaces de entender hasta qué punto una nación o empresa depende de los recursos hídricos globales. Las cifras pueden ser alarmantes: la huella hídrica de una taza de café solo, por ejemplo, es de 140 litros (ver figura más arriba: incluye el agua utilizada para el crecimiento de la planta de café, la recogida, refinado, transporte y embalaje de las semillas de café, venta y preparación final de la taza). Cuando se comercia entre países con los bienes y servicios, también se comercia con el agua virtual que contienen. Este comercio global puede aumentar significativamente la huella hídrica de un país.
Por ejemplo, mientras que un hogar medio en el Reino Unido utiliza unos 150 litros de agua por persona y día, el consumo de productos de otros países del Reino Unido significa que cada ciudadano británico consume de hecho 4.645 litros del agua del mundo diariamente. Su origen también es importante. Un reciente estudio ha desvelado que el 62% de la huella hídrica del Reino Unido es agua virtual contenida en los productos agrícolas y los importados de otros países; sólo el 38% procede de los recursos hídricos propios (Chapagain, A.K. y Orr, S., 2008).
Las fuentes más importantes de estos productos se muestran en el mapa de arriba. La mayor parte del agua virtual procede de Brasil, Ghana, Francia, Irlanda e India. Brasil proporciona semillas de soja, café y productos derivados del ganado, mientras que Francia provee principalmente productos cárnicos y la India algodón, arroz y té.
Sin embargo, el impacto de estas huellas puede no reflejarse en el número de litros de agua. Una huella más pequeña puede crear más impactos negativos en una cuenca fluvial que tenga un estrés hídrico relativo mayor. Por el contrario, algunas flechas están compuestas principalmente por huellas hídricas verdes, lo que puede tener un impacto positivo en las regiones productoras, sosteniendo la forma de vida de las comunidades locales.
Esto significa que el consumo de alimentos y ropa en el Reino Unido (y desde luego de todos los países que importan alimentos y ropa) tiene un impacto sobre los ríos y acuíferos tanto a escala global como en el propio país, y que está unido a la seguridad continua y buena gestión de los recursos hídricos en otras partes del mundo.
En un mundo globalizado, muchas naciones y grandes empresas tendrán un interés personal en asegurar el uso sostenible de agua en el exterior con el fin de asegurar su propia seguridad alimentaria o sus cadenas de suministro. ésta es la razón por la cual algunas empresas multinacionales están invirtiendo en proyectos que apoyan prácticas agrícolas de uso eficiente del agua a lo largo de toda la cadena de suministro.
Un pequeño grupo de empresas ha entendido también que, a menos que los recursos hídricos se gestionen de forma sostenible a nivel de cuenca fluvial, cualquier otro esfuerzo que hagan para ser eficientes en el uso del agua será probablemente inútil, puesto que la demanda de otros usuarios del agua aumenta. Esto nos da una oportunidad para movilizar una nueva comunidad de administradores del agua en el sector privado que aboguen por una mejor gestión y la asignación sostenible de recursos hídricos.
Agua y gente
— Miles de millones de personas, principalmente de países en vías de desarrollo, obtienen su agua potable directamente de los ríos, lagos, arroyos, manantiales y humedales.
— En 1995, cerca de 1.800 millones de personas estaban viviendo en áreas con estrés hídrico grave (UNESCO-WWAP, 2006). Para 2025, se estima que cerca de dos terceras partes de la población mundial (unos 5.500 millones de personas) vivirán en zonas con un estrés hídrico de moderado a grave (UNESCO-WWAP, 2006).
— Los peces de agua dulce pueden proporcionar hasta el 70% de las proteínas animales en muchos países en vías de desarrollo (EM, 2005b).
— Hay 1.800 millones de personas que utilizan internet, pero 1.000 millones no tienen acceso a un suministro adecuado de agua dulce.
De toda el agua en este nuestro planeta azul, sólo el 3% es agua dulce. Y este precioso recurso que da la naturaleza ha registrado un descenso del 35% de las especies que viven dentro de su ámbito desde 1970. Debemos usar el agua más sabiamente. Debemos hacer un mejor uso de las bondades y servicios que proporciona.
Ver también: Agua: Nuestro mundo sediento Enlace: Blog Action Day 2010
Fuente: Informe Planeta Vivo de WWF
Imágenes de National Geographic:
Frans Lanting | Dick Durranace II | Siegfried Layda | Zena Holloway | Jack DyKinga | Thomas Havisham