El surf será olímpico por primera vez en 2020
El surf está de moda. Ese deporte que hace siglos solo se practicaba en lugares remotos, como Hawái o la Polinesia, ha terminado por conquistar el continente europeo con la fuerza de un tsunami. España es un claro ejemplo de esta tendencia al ser el número de federados en esta disciplina, la que más crece con diferencia. De los 5.469 en 2009 pasó a contar con 44.286 en 2018.
Son datos publicados por El Mundo y que manejan promotores e inversores, de ahí que varios de los proyectos en curso más importantes del país tengan como propósito transportar el surf hasta donde la naturaleza lo permita. El fenómeno de olas artificiales, en alza.
Actualmente, España dispone de dos centros provistos de la última tecnología para recrear tierra adentro lo que hace unas décadas solo era posible en la costa, aunque la cifra seguirá aumentando en los próximos años de manera considerable. La vasca Wavegarden, pionera en lagunas artificiales, montó su centro de I+D cerca de San Sebastián, en donde testa y desarrolla sus prototipos para después edificar instalaciones idénticas y abiertas al público en distintos puntos del planeta. Gracias a su tecnología es posible surfear, sin importar las condiciones climatológicas, en el Surf Snowdonia (Gales, Reino Unido) y en el NLand Surf (Austin, Texas). Entre sus planes de futuro figura el llevar sus olas hasta Madrid y Andalucía. Las obras para la laguna madrileña están en marcha y las de la andaluza no deberían tardar porque está proyectada para su pleno funcionamiento en 2020.
Mucha competencia
Antes incluso de existir Wavegarden, la piscina del Siam Park en el sur de Tenerife ya ofrecía servicios similares. Capaz de generar olas de hasta tres metros, se puede reservar por 500 euros la hora. Sin embargo, el verdadero boom ha llegado desde que la empresa vasca se dio a conocer. A esta le ha salido competencia por parte de Kelly Slater, de Greg Webber, de China y de un largo etcétera. Serán, de hecho, otros los encargados de construir la ola de Lagoh en Sevilla o la de X-Madrid, en Alcorcón.
Detrás de este creciente interés por las olas artificiales está también el hecho de que el surf será olímpico por primera vez en 2020 y repetirá cuatro años después en 2024 en París.
Los Juegos Olímpicos le garantizarán un tirón mediático nunca antes visto que se traducirá en nuevos interesados y adeptos, y eso lo saben los emprendedores. Por ejemplo, la casa de apuestas de Betfair, que ya ofrece cuotas para la WSL con Gabriel Medina como habitual favorito a la victoria, incluirá este deporte junto a la escalada, el béisbol, el skate y el kárate entre sus nuevos mercados para los JJOO. Será una gran novedad, aunque no tanto si lo comparamos con que en Madrid, que no tiene playa, empiezan a aflorar las escuelas de surf ante la inminente apertura de dos piscinas de surf. Sin ir más lejos, UP Surf ya ayuda a mejorar la técnica dentro y fuera del agua con entrenamientos funcionales.
Resumiendo, la tecnología va camino de alterar el concepto tradicional del surf. El número de piscinas de olas aumenta y crecen los federados también, y esto es solo el principio con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina.