Se intensifica la actividad en el volcán Sakurajima, símbolo de esta isla de Japón
En sus laderas cercanas al mar, se producen los rábanos más grandes y las mandarinas más pequeñas del mundo
Uno de los símbolos de la Prefectura de Kagoshima es el volcán Sakurajima, un volcán activo con 548 grandes erupciones conocidas el año pasado, incluidas las acompañadas de terremotos. Se han producido también este año erupciones volcánicas varias veces. La última el pasado lunes día 15, que muestra la fotografía en color natural del Advanced Land Imager (ALI), a bordo del satélite Earth Observing-1 (EO-1) de la NASA.También el ingeniero de vuelo Soichi Noguchi, astronauta actualmente a bordo de la estación espacial, ha estado utilizando Twitter para enviar imágenes inéditas a la Tierra a través de su cuenta Twitpic. La imagen del volcán de la derecha fue hecha ayer día 17. Las demás son también extraordinarias, si tenéis tiempo echarlas un vistazo.
Si ampliamos la imagen de arriba, las cenizas grises son visibles en la columna que se extiende al noreste (desde la esquina inferior izquierda, hasta la esquina superior derecha) del volcán. La caída de ceniza ocurre regularmente en los campos de rábanos "daikon" y las granjas de mandarina alrededor del volcán, así como en las ciudades cercanas de Kagoshima y Kirishima. El detalle de la imagen es impresionante.
El volcán Sakurajima muestra una cara diferente dependiendo de la temporada, tiempo y lugar, ganándose Kagoshima el apodo de "Rainbow Island", la isla arcoiris. Pero tiene más curiosidaades...
Un ferry tarda al puerto de la isla de Kagoshima, también llamada la Nápoles del Este, 15 minutos. Al cruzar la bahía Kinko -donde, si tienes suerte, se pueden ver delfines cuando el agua está bastante tranquila- la isla aparece a la vista.
A pesar del nombre, la isla se unió a la península de Osumi por un flujo de lava en 1914. Tiene alrededor de 36 kilómetros de circunferencia y una población aproximada de 6.000 habitantes, felicitándose de recibir 1,8 millones de visitantes al año.
Es famosa por sus rábanos "daikon", los más grandes del mundo (incluido en el Libro Guinness de los Records), y la variedad de mandarina más pequeño del mundo, con poco menos de cinco centímetros.
Pero es la semilla de aceite de camelia de la isla la que capta la atención de la industria en este momento. La vaina de la flor de camelia, que al esprimirse produce el aceite, prospera en los suelos volcánicos de la isla. Después de la actividad volcánica producida en la década de 1970, se plantaron unos 60.000 árboles. El Museo Sakurajima, una organización sin fines de lucro creada para promover muchos encantos de la isla, está trabajando ahora para promover la marca local.
Para hacer el aceite, las vainas de flores se secan al sol y rompen con un martillo, descubriendo alrededor de 30-40 yemas en su embase. Los brotes se machacan después en un mortero de 20 a 30 minutos hasta que sacan una crema pegajosa. Se necesita fuerza y paciencia, pero una vez que se baja a una consistencia más suave desprenden un aroma agridulce débil. Los frutos triturados se filtran luego a través de una gasa, expuestos al vapor y presionados, hasta que se produce el aceite de color amarillo limón.
La recolección del "daikon" de Sakurajima también tiene lugar en esta época del año. En las granjas se pueden ver filas y filas de hojas de color verde profundo, como dientes de león gigante. Al tirar de ellas el "daikon" sale de la tierra.
La cosecha de este año se ha reducido a alrededor de un tercio de lo normal, debido a un exceso de ceniza, pero siguen siendo muy grandes. Pueden llegar a pesar hasta 20 kilos.
En la parte sur de la isla, es posible cavar nuestra propia fuente termal.
Para probar esto, hay que dirigirse a la costa, armados con una pala, y con marea baja. Después de cavar un poco bajo la piedra pómez, una amarillenta agua caliente rica en hierro comienza a brotar hacía arriba. Hay que cavar lo suficiente para poder sentarse en el interior y disfrutar las vistas sobre el mar, que son espectaculares.
Y terminando con más comida, la villa tiene un producto típico en las tiendas: el Janbo mochi, un tradicional pastel de arroz de forma ovalada en un pincho, que está cubierto por una espesa salsa de soja y azúcar glaseado (se dice que representa la espada corta de un samurai).
Por supuesto, puedes leer la historia original en japonés: 活火山の島を満喫 鹿児島・桜島
Enlaces: Satélite Earth Observing-1 (EO-1) Museo Sakurajima (Japón)