La elevación del nivel del mar subió a nivel mundial un promedio de 68 milímetros desde 1993
Durante 23 años los investigadores han compilado un informe del "estado del clima", y lo que dice no es nada halagüeño.Utilizando los datos de los satélites, boyas y estaciones meteorológicas en todo el mundo, 384 científicos de 52 países analizaron diversas tendencias en la temperatura, la precipitación, el hielo marino y las concentraciones de gases de efecto invernadero, por nombrar algunos.
Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono del planeta alcanzaron un récord 392,6 partes por millón en 2012, publicó el equipo en línea esta semana en el Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana (PDF 37,24Mb: STATE OF THE CLIMATE IN 2012).
El año pasado también registró récords de emisiones de dióxido de carbono (incluyendo un estimado de 9.7 mil millones de toneladas métricas de carbono), el efecto que atrapa el calor por los principales gases de efecto invernadero, como el CO 2, el metano y el óxido nitroso (aumentó un 32% desde 1990), y la elevación del nivel del mar (hasta un promedio de 68 milímetros desde 1993 a nivel mundial).
El Ártico se está calentando dos veces más rápido que el resto del mundo, señalan los investigadores, y por lo tanto los efectos son particularmente pronunciados. En septiembre, el área cubierta por el hielo marino en el Ártico (imagen) alcanzó un nuevo mínimo de 3,4 millones de kilómetros cuadrados, un área dos veces del tamaño de Alaska y la friolera de un 18% por debajo del récord establecido en 2007. En junio, la cubierta de nieve en la tierra en el Ártico (una medida del clima que ahora está disminuyendo más rápido que el hielo marino) también alcanzó un nuevo mínimo en 2012, y las temperaturas del permafrost en Alaska septentrional alcanzaron nuevos máximos.
En general, 2012 fue uno de los 10 años más cálidos registrados, y no fue más cálido gracias a la falta de El Niño (fenómeno climático resultante cuando las temperaturas superficiales del mar en el Pacífico ecuatorial suben más de 0,5°C por encima de lo normal durante un período prolongado, lo que provoca cambios en los patrones climáticos y el proceso en general eleva las temperaturas globales).