Primer estudio a gran escala de antiguo ADN felino
Miles de años antes de que los gatos llegaran a dominar la cultura de Internet, se extendieron a través de las antiguas Eurasia y África domesticados por los primeros agricultores, los antiguos marineros e incluso los vikingos. Ahora, una investigación ha realizado un análisis a gran escala del ADN de los antiguos gatos.
En el estudio, presentado en una conferencia el 15 de septiembre, se secuenció el ADN de más de 200 gatos que vivieron entre hace unos 15.000 años y el siglo XVIII.
Los investigadores saben poco acerca de la domesticación del gato, y hay un activo debate sobre si el gato doméstico (Felis silvestris catus) es realmente un animal doméstico - es decir, si su comportamiento y anatomía son claramente distintos de las de sus parientes salvajes. "No sabemos la historia de los gatos antiguos. No sabemos su origen, no sabemos cómo se produjo su dispersión", dice Eva-Maria Geigl, genetista evolutiva en el Instituto Jacques Monod en París.
El estudio lo presentó en el 7º Simposio Internacional sobre Arqueología Biomolecular en Oxford, Reino Unido, junto con sus colegas Claudio Ottoni y Thierry Grange.
Un entierro humano de Chipre de hace 9.500 años también contenía los restos de un gato. Esto sugiere que la asociación entre las personas y los felinos data al menos tan atrás como el comienzo de la agricultura, que se produjo en el cercano Creciente Fértil y que comenzó hace unos 12.000 años. Los antiguos egipcios pueden haber domesticado gatos salvajes hace unos 6.000 años, y bajo las dinastías egipcias posteriores los gatos fueron momificados por millones. Uno de los pocos estudios previos de la genética de antiguos gatos analizó el ADN mitocondrial (que, a diferencia de la mayor parte del ADN nuclear, se hereda solamente por vía materna) de sólo tres gatos egipcios momificados.
Viajes felinos
El equipo de Geigl se basó en esos puntos de vista, pero amplió el acercamiento a una escala mucho mayor. Los investigadores analizaron el ADN mitocondrial de los restos de 209 gatos en más de 30 sitios arqueológicos en toda Europa, Oriente Medio y África. Las muestras datan del Mesolítico - el período justo antes de la aparición de la agricultura, cuando los seres humanos vivían como cazadores-recolectores - hasta el siglo XVIII.
Las poblaciones de gatos parecen haber crecido en dos oleadas, encontraron los autores. Gatos salvajes del Medio Oriente con un linaje mitocondrial particular, se expandieron al principio con las comunidades agrícolas del Mediterráneo oriental. Geigl sugiere que las existencias de grano asociadas a estas comunidades agrícolas atrajeron primero a los roedores, lo que a su vez atrajo a gatos salvajes. Después de ver el beneficio de tener gatos alrededor, los seres humanos podrían haber comenzado a domesticarlos.
Miles de años después, los gatos descendientes de los de Egipto se extendieron rápidamente por toda Eurasia y África. También se encontró un linaje mitocondrial común en momias de gatos egipcios desde finales del siglo IV aC hasta el siglo IV dC en gatos de Bulgaria, Turquía y África subsahariana, todo en el mismo tiempo. Los pueblos marineros probablemente utilizaron gatos para mantener a raya a los roedores, dice Geigl, cuyo equipo también encontró este linaje de ADN materno en restos de gato en un sitio vikingo en el norte de Alemania que data de entre el siglo VIII y el XI.
"Hay muchas observaciones interesantes", dice del estudio Ponto Skoglund, un genetista de poblaciones en la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts. "Yo ni siquiera sabía que había gatos vikingos". También quedó impresionado por el hecho de que el equipo de Geigl fuese capaz de discernir los cambios de población real a partir de ADN mitocondrial, que traza un único linaje materno. No obstante, Skoglund piensa que el ADN nuclear - que proporciona información sobre más ancestros de un individuo - podría abordar cuestiones pendientes sobre la domesticación y propagación del gato, como su relación con los gatos salvajes con los que todavía se cruzan.
El equipo de Geigl también analizó las secuencias de ADN nuclear conocidas para dar gatos con pelaje atigrado, y encontró que la mutación responsable no apareció hasta la época medieval. Ella espera secuenciar el ADN nuclear de gatos más antiguos, pero es escasa la financiación para la moderna genómica del gato, lo cual es una de las razones por las que se encuentra muy por detrás de este tipo de investigación en perros. Por el contrario, un equipo que cartografió la domesticación del perro anunció en la reunión de Oxford que se está preparando para secuenciar ADN nuclear de más de 1.000 antiguos perros y lobos.
Geigl discute la insinuación de que los perros parecen ser entre los investigadores más populares que los gatos. "También podemos hacerlo", dice ella. "Sólo necesitamos el dinero".