Para el año 2100 hasta la mitad de los peces del océano podrían 'intoxicarse' por el CO2
Es posible que hayas oído hablar de la acidificación del océano y cómo es impulsada por el aumento de los niveles de CO2 en el océano. Es un gran problema ya que dificulta la capacidad de los animales para la creación de arrecifes de coral, producir conchas o esqueletos de carbonato de calcio. Además de la acidificación, está el tema del aumento de las temperaturas que hace que los peces migren a otras aguas y, por último pero no menos importante, una acumulación de CO2 en el agua en sí. A medida que se eleva la concentración los peces se intoxican y, esencialmente, se comportan como si estuvieran borrachos.
Esta condición se conoce como hipercapnia y afecta a los peces una vez que las concentraciones de CO2 en el agua llegan a 650 partes por millón. Anteriormente, los peces vivos almacenados en tanques con elevados niveles de CO2 se comportaron en un estado de embriaguez en el que parecen desorientados y sin darse cuenta de su entorno. Esto los hace vulnerables a los depredadores o incapaces de encontrar su banco de peces. Irónicamente, parecen perdidos en el mar.
Los hallazgos de laboratorio están seguros que sucederá en el océano si continua la tendencia actual de quema de combustibles fósiles. Las consecuencias son imprevisibles, pero no pueden ser buenas. Los investigadores australianos de la Universidad de New South Wales (UNSW), Sydney, afirman que para el año 2100 las concentraciones de CO2 en algunas de las regiones de los océanos serán hasta 10 veces los niveles normales. Por otra parte, en el año 2100 hasta la mitad de la vida que habita los océanos del mundo sufrirá de hipercapnia, según su trabajo publicado en Nature states.
"Si sigue aumentando la contaminación de dióxido de carbono en la atmósfera, peces y otras criaturas marinas en puntos de alta concentración de CO2 en los océanos del sur, del Pacífico y del Atlántico Norte van a experimentar episodios de hipercapnia a mediados de este siglo - mucho antes de lo que se había predicho -, y con efectos más perjudiciales de lo que se pensaba", dijo Ben McNeil, un científico del clima en la UNSW y autor principal del artículo.
"Se ha hecho muy poca investigación sobre las especies de alta mar y simplemente no sabemos cuántos de estos peces reaccionarán a los elevados niveles de CO2", comentó Philip Munday, ecologista de la Universidad James Cook, Queensland.
Hay por supuesto una variación en la forma en que reaccionan diferentes especies a las concentraciones de CO2. El bacalao del Atlántico (Gadus morhua), por ejemplo, parece tener una alta capacidad de resistencia al CO2 y a la hipercapnia.
Como se puede imaginar, es muy difícil de modelar con precisión cómo evolucionarán las concentraciones de CO2 en el océano. Lo cierto es que éstas seguirán subiendo por la línea de tendencia que se presenta en el gráfico siguiente. Un océano de peces borrachos no es como yo me imaginaba que sería el año 2100.
NOTA: Para ayudar a acelerar esta importante área de investigación, los científicos de la UNSW también han ofrecido premios a otros investigadores que puedan mejorar los resultados obtenidos.
"La predicción de la aparición de hipercapnia es difícil, debido a la falta de mediciones oceánicas globales de las concentraciones de dióxido de carbono", dice el doctor McNeil.
"Estamos desafiando a otros científicos con enfoques de predicción innovadores para descargar el conjunto de datos que hemos utilizado, emplear sus propios métodos numéricos y compartir sus predicciones finales, para ver si pueden vencer a nuestro enfoque".
El concurso y los premios se describen en la página web thinkable.org, de la cual el doctor McNeil es fundador (ver también el vídeo de más arriba).
Artículo científico: Future ocean hypercapnia driven by anthropogenic amplification of the natural CO2 cycle
