Nuevas formas de combatir la subida del nivel del mar
No crecen perlas en los arrecifes de ostras en la Bahía de San Diego, pero los científicos esperan que produzcan un tesoro aún más valioso: protección contra la erosión costera provocada por la subida del nivel del mar.
Miles de diminutos moluscos han comenzado a crecer en los arrecifes artificiales arrojados a la bahía como parte de un plan para mitigar los daños en el extremo sur de California.
"Buscamos numerosas formas diferentes de ayudar a combatir la subida del nivel del mar, y estas bolas de arrecife son una de las herramientas en nuestra caja de herramientas para hacerlo", dijo Eileen Maher, directora de conservación ambiental en el Puerto de San Diego.
En diciembre pasado el puerto implantó 360 estructuras a lo largo de una península encajada entre las marismas del sur de California y la península de Coronado, hogar de la base aérea naval que inspiró "Top Gun".
Estos hemisferios pesan 135 kilos y parecen enormes dedales. Están hechos de una mezcla de cemento, arena y conchas de ostra trituradas, un ingrediente crucial que atrae a las ostras vivas para que prosperen allí.
Después de 10 meses en el agua, los arrecifes se cubren con un limo verdoso que esconde miles de ostras aún microscópicas, dice Maher.
Vídeo: Instalación de bolas de arrecife en el Puerto de San diego
Eventualmente, la docena de científicos que trabajan en este proyecto piloto esperan ver la formación de arrecifes de ostras reales, que creen que tendrán un genuino impacto en su entorno local.
Filtros en miniatura
Los arrecifes son mucho más que un baluarte natural contra la erosión de las mareas; sus ocupantes bivalvos son plantas de filtración en miniatura que son esenciales para el ecosistema marino. Eso es porque para capturar los nutrientes que una ostra necesita para sobrevivir, cada una filtra alrededor de 190 litros de agua todos los días, dijo Maher.
"Ayudan a eliminar la turbidez del agua y ayudan a limpiar el agua, lo que brindará beneficios adicionales a la hierba marina, la vegetación acuática sumergida. Cuanta más hierba marina se asiente en la bahía, menos posibilidades hay de que la costa se erosione, porque ayuda: cualquier planta ayudará a evitar que las costas se erosionen", dijo.
Y, al igual que las ostras, estos lechos de hierbas marinos de filamentos largos también proporcionarán una fuente de alimento crucial para las 80 especies de peces y 300 variedades de aves que viven en la zona.
Imagen: Las bolas de arrecife que se ven aquí forman el proyecto South Bay Native Oyster Living Shoreline cerca de Chula Vista, California.
Inundaciones y erosión
Para 2050 se espera que los niveles del mar alrededor de California hayan subido 20 centímetros, según un estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) publicado a principios de este año.
Esto aumentaría drásticamente la frecuencia de inundaciones en la costa oeste, que también ocurrirá con mayor frecuencia debido a tormentas y fuertes lluvias exacerbadas por el cambio climático causado por el hombre.
Y la subida del nivel del mar empeorará la erosión que amenaza la costa de California.
Alrededor de San Diego, este futuro ya es evidente.
Hacia el sur, las calles de Imperial Beach se inundan regularmente durante las mareas altas. A una hora en coche hacia el norte, la vía férrea que lleva el "Pacific Surfliner" acaba de cerrarse en San Clemente, donde las rocas que la sostienen se están hundiendo debido a la erosión.
En este contexto, "debemos asegurarnos de ser resilientes", dijo Jason Giffen, vicepresidente de planificación y medioambiente del Puerto de San Diego.
Imagen: Conchas de ostras como estas, vistas en el Refugio de Vida Silvestre de Chula Vista en California, se muelen para ayudar a formar bolas de arrecife que atraen a las ostras vivas.
El proyecto de arrecife de ostras de $ 1,3 millones se está evaluando durante cinco años. Se han establecido esquemas similares en San Francisco y Nueva York.
Las barreras de ostras funcionan solo en áreas de aguas poco profundas, dijo Giffen. En otros lugares, el puerto está explorando otras soluciones. En la parte norte de la crujía se han adosado a las pilas pequeños refuerzos huecos. No solo ofrecen estabilidad, sino que brindan refugio a algas, peces y mariscos, lo que ayuda a reforzar la biodiversidad.
Actualmente, alrededor del 70 por ciento de la costa alrededor de la Bahía de San Diego tiene algún tipo de protección de roca construida artificialmente.
"Podemos pensar en reemplazar a largo plazo esa infraestructura con algo que sea más sensible desde el punto de vista biológico y ambiental y, de hecho, sería un valor añadido en términos de calidad ambiental", dijo Giffen.