Se le ha descrito como una "cabeza nadadora", y puede pesar tanto como un rinoceronte adulto, pero también resulta ser uno de los peces más fascinantes en el mar
Con un último aliento de aire, Bethany Augliere desciende por debajo de la superficie balanceándose entre algas y lobos marinos nadando. Va en busca de una criatura que le ha eludido durante muchos años. Como buceador, se ha encontrado con la humilde mirada de un tiburón tigre y con juguetones delfines manchados. Pero nunca se ha enfrentado a los labios fruncidos y los ojos erráticos del caprichoso Mola mola - un pez que puede alcanzar el peso de un rinoceronte adulto.
Los biólogos han descrito cariñosamente al Mola mola como pez luna, ya que parecen flotar sin rumbo en la superficie, y los científicos dicen de estos peces que son "cabezas nadadoras". Ocupando un vínculo evolutivo crucial en la familia de peces, en realidad se están calentando después de épicos descensos diarios a aguas profundas.
Un testimonio de esta extraña naturaleza circuló en septiembre de 2015 en un vídeo viral del pez luna. Un pescador de Boston gritó un improperio al no estar seguro si estaba viendo a un bebé ballena o una tortuga marina, dos animales aparentemente disímiles. Él no es el único. Estos peces viven en las costas de California y en zonas templadas y tropicales de todo el mundo. Sin embargo, muchas personas nunca han oído hablar de ellos, y mucho menos visto uno.
Los Mola mola no están en peligro, y no se comen en casi ninguna parte. De hecho, las hembras pueden producir hasta 300 millones de huevos, más que cualquier otro pez óseo. Pero el desafortunado pez termina enredado en redes de pesca como captura incidental durante la pesca de especies objetivo más valiosas. Ellos constituyen el componente de mayor captura incidental (29 por ciento), en redes de enmalle a la deriva en la pesquería de pez espada de California.
Entonces, ¿por qué importa si el Mola mola es capturado en redes de enmalle?
Los Mola mola son pelágicos, lo que significa que viven en el océano abierto. Como los humanos, y muchos otros peces, tienen un esqueleto interno óseo. Los tiburones y las rayas, sin embargo, tienen un esqueleto cartilaginoso. Según algunos científicos, los Mola mola podrían proporcionar un eslabón perdido para entender sus animales vecinos del océano abierto, como los tiburones.
"Los peces luna son uno de los peces óseos más avanzados, pero tienen mucho en común con los peces cartilaginosos. Lo que tienen en común puede ser adaptable a la vida pelágica y estudiarlos puede conducir a resolver la evolución de las especies pelágicas", dice Itsumi Nakamura, un biólogo de la Universidad de Tokio.
El Mola mola ha perdido el carbonato de calcio que hace su esqueleto duro, así que es más como un esqueleto de tiburón, dice Christopher Lowe, profesor de biología marina en Cal State Long Beach State. También, al igual que los tiburones, carecen de una vejiga natatoria que ayuda a flotar a los peces óseos. Siendo más ligeros utilizan menos energía, lo cual es importante cuando se está buscando comida baja en calorías, que es común en los comedores de aguas profundas, dice.
Nakamura ha estudiado al pez desde 2009 y recientemente ha revelado misterios de su extraño comportamiento. Los Mola mola se ven a menudo simplemente descansando en la superficie, dice. Pero una nueva investigación publicada en el Journal of Animal Ecology de Nakamura y su equipo ha descubierto que en realidad los peces luna hacen caminatas diarias a las profundidades del mar a más de 2.600 pies debajo de la superficie - un lugar reservado para criaturas como el calamar gigante y los cachalotes.
Los científicos han sabido realmente que el Mola hace buceo profundo por años. De hecho, Lowe fue uno de los primeros científicos en rastrear al Mola mola en 2004. Se especula que su comportamiento de buceo est reálacionado con la regulación de la temperatura corporal, pero a la vez los científicos carecían de las herramientas para probarlo, dice.
Nakamura y su equipo "hicieron un muy buen trabajo al demostrarlo con la nueva y apropiada tecnología", dice Lowe. Con la ayuda de los pescadores locales en Funakoshi Bay, el equipo de Nakamura atrapó peces luna y les equipó con termómetros, acelerómetros y cámaras de vídeo.
A pesar de que pueden llegar a 2.600 pies, la mayoría de los viajes durante todo el día dieron un promedio de entre 350-600 pies. El Mola mola volvió a calentarse a las aguas de superficie entre sus inmersiones. Este comportamiento de tomar el sol regula su temperatura corporal, y les permite permanecer en la profundidad más tiempo, concluye Nakamura. También podría explicar su gran tamaño. Grandes Mola mola pueden cazar más y perder calor a tasas más lentas que los más pequeños, dice.
Entonces, ¿por el viaje a lo oscuro y profundo?
Ellos comen criaturas parecidas a las medusas, llamados sifonóforos, dice Nakamura. Y resulta que, después de observar la cámara de un Mola, podrían estar consumiendo la parte más nutritiva de los animales- sus órganos sexuales.
"Por supuesto que me sorprendió, porque es muy novedoso que sólo coman partes de la medusa ricas en calorías", dice.
La relajación en la superficie tiene otra ventaja para el pez luna; se trata de un viaje al balneario. Los Mola se alinean en las "estaciones de limpieza", mientras que los peces más pequeños picotean los parásitos de su cuerpo. Para una limpieza más profunda, los Mola nadan a la superficie y dejan picotear su cuerpo por las gaviotas, que consiguen un festín de gusanos parásitos.
"Ellos son un tesoro para los parasitólogos," dice Lowe.
Nakamura no está solo en su búsqueda para entender los Mola mola. Los científicos todavía están tratando de llenar los vacíos de esta especie insuficientemente estudiada.
Este estudio demuestra que los Mola son sensibles a la temperatura, dicen Lowe. El cambio climático global y el calentamiento de los océanos va a cambiar su comportamiento y la distribución de sus presas. La pregunta es, ¿cómo? preguntó.
Tierney Thys ha estudiado al Mola por más de 15 años y está investigando todo, desde su visión y comportamiento de buceo, a los niveles de contaminantes. Ella publicó recientemente los resultados del primer marcado a largo plazo en un estudio del Mola mola en el Pacífico oriental en el Journal of Experimental Marine Biology and Ecology. Los científicos etiquetaron 15 Mola mola frente a la costa del sur de California entre 2003 y 2010. De los 15 individuos marcados, cuatro hicieron inmersiones de más de 1600 pies.
Parece que los Mola de California hacen también buceos menos profundos. Y el año pasado, en un encuentro de buena suerte al sur de California, se avistó un Mola mola en mar abierto.
Ryan Brennan es el dueño de una empresa de espectáculo de bicicletas BMX, pescador submarino y un buceador. Se dirigía a 18 millas de la costa en una mañana de niebla para ir a pescar con tres amigos. Todavía aturdido por el despertador a las 5:00 am se metió en el agua azul. Al igual que el pescador de Boston, Brennan no tenía ni idea de lo que estaba presenciando.
"Uno de mis primeros pensamientos fue, wow este es uno de los peces más feos que he visto en mi vida", dice Brennan.
Pero Brennan pasó un tiempo en el agua, mirando y observando al pez. Y ahora, ver de nuevo al pez es lo que más anhela hacer, dice.
"Vi el globo ocular mirándome", dice. "Cuanto más miraba al animal, me di cuenta de que era realmente hermoso".
Con el tiempo el pez se alejó. Y Brennan quedó sorprendido por la rapidez con que se movía.
"Son increíblemente atléticos, a pesar de que no se ven de esa manera", dice Lowe.
La evidencia es clara: El Mola mola es algo más que un perezoso bañista al sol.