Los expertos avisan de que la especie aún puede picar después de muerta
Abundan más en alta mar y causan daños en la pesca y las piscifactorías
Y en Ceuta, capturada por unos pescadores una medusa gigante

Eran esperadas en Cataluña, pero finalmente y con casi un mes de retraso, desembarcaron en tropel en el litoral del norte de A Coruña, desde Ferrol hasta A Costa da Morte. La insólita invasión de medusas que esta última semana asaltaron arenales y aguas coruñesas, tanto en la capital provincial como en alta mar, es, según algunas opiones, el resultado de una sorprendente migración tan insólita como lo son las altas temperaturas veraniegas de este mes de octubre.
Se supone que cruzaron en tropel el Estrecho y colonizaron el norte. Que las habitualmente gélidas aguas de este rincón atlántico de la península alcancen 20 y 21 grados, como ocurrió en A Coruña y en Laxe, contribuyeron a que la pelagia noctiluca, una especie peligrosa muy común en el Mediterráneo, haya preferido este año Galicia a Cataluña. Y también ayudó la calidad de los bancos pesqueros, atractivos por la abundancia de plancton y de huevas de jurel, sardina y otros pequeños peces de los que son tan golosas estas medusas rosadas y fluorescentes.