Parece que solo mirar a las gaviotas reduce la posibilidad de que te arrebaten la comida
Si hay algo por lo que las gaviotas son famosas, es su robo profesional. Roban tus refrigerios, te cortan la nariz, roban tu budín y destrozan tu almuerzo. Ningún bocado está a salvo en el rango del ávido y goloso ojo de una gaviota.
Pero, como descubrieron los científicos en el Reino Unido, hay una manera de evitarlo: mantén tus propios ojos en ellas.