Pescadores brasileños ayudaron a resolver el enigma de una especie "perdida" hace mucho tiempo
La forma arrugada de un pequeño pulpo seco yacía sobre un escritorio en Washington, DC, hace 170 años. El curioso cefalópodo, recolectado en Brasil a más de 7.000 kilómetros de distancia, fue una de las miles de criaturas obtenidas por investigadores de la Expedición Exploradora de los Mares del Sur de Estados Unidos, que llevó a exploradores, hombres de la marina, comerciantes y científicos en un épico viaje alrededor del Océano Pacífico.
El proyecto llevó años, pero conservó ejemplares - incluidos algunos pulpos rojos de cabeza pequeña con manchas blancas parecidas a un leopardo que habían sido recogidos en un mercado de pescado en Río de Janeiro, y de pescadores locales - que finalmente terminaron con algunos expertos, como el naturalista estadounidense Augustus Addison Gould, para un análisis científico.