La línea mide 237 km y, a 1.500 metros bajo el mar, será la segunda más profunda del planeta
El proyecto Rómulo ha buscado el mínimo impacto ambiental sobre las praderas submarinas de Posidonia oceanica

Previsiblemente a finales de año la isla de Mallorca quedará conectada eléctricamente con la península Ibérica gracias a una descomunal línea de alta tensión que atravesará el mar Mediterráneo sorteando profundidades de hasta 1.485 metros. El diseño, la construcción y la colocación del tendido (formado por tres cables que miden 237 kilómetros cada uno, tienen 10 centímetros de diámetro y pesan 6.700 toneladas) es un reto tecnológico de primera magnitud. "Será el tercer cable submarino más largo del mundo y el segundo en profundidad máxima, solo superado por el enlace de Cerdeña y Córcega con la Italia peninsular", resume el responsable del proyecto, Ramón Granadino, director en Baleares de la empresa Red Eléctrica de España (REE). Las obras empezaron el pasado jueves.