Un escuadrón de 169 albatros patrullaron más de 47 millones de kilómetros cuadrados de mar abierto
Para el magnífico pero denigrado albatros, era hora de una pequeña venganza después de siglos de insultos y perjuicios.
Enganchado por palangres, enredado en artes de pesca, atacado por marineros y despreciado por poetas como vago o de mal augurio, el ave marina voladora más grande del mundo es hoy un agente de primera línea en la lucha contra la pesca ilegal, según un estudio publicado ayer lunes.